El Ministerio del Interior ha publicado su informe quincenal sobre inmigración irregular de 2020 con datos acumulados del 1 de enero al 29 de febrero, es decir, en los dos primeros meses del año.
Según esta estadística, la llegada de inmigrantes a Ceuta por vía marítima ha descendido un 83,2 por ciento. Mientras que en 2020 entraron a la ciudad 21 personas de forma irregular, en el mismo periodo de 2019 accedieron 125.
El número de embarcaciones a bordo de las cuales llegaron a costas ceutíes pasaron de 11 el año pasado a tres en el corriente, siempre en la comparativa de los dos primeros meses del ejercicio.
En cuanto a los inmigrantes llegados por vía terrestre, la tendencia fue a la baja pero con una caída leve del 8,6 por ciento. Este porcentaje se traduce en los 128 que entraron en 2019 frente a los 117 de 2020.
Por su parte, Melilla no registró ninguna entrada por vía marítima en el mismo periodo. En cuanto a las entradas por vía terrestre a la ciudad hermana, 852 corresponden a Melilla, un 5,2 por ciento más que en los dos primeros meses de 2019.
Canarias, la cara opuesta
La otra cara de la moneda se encuentra en Canarias donde, hasta el 29 de febrero, se recibió a 1.181 inmigrantes en pateras o cayucos, cifra que multiplica por 14 la del mismo periodo del año 2019, según el mismo informe de Interior.
En los dos primeros meses del año, llegaron a las islas o fueron auxiliadas en sus inmediaciones 40 embarcaciones sin permiso de entrada en España, el cuádruple que el año pasado.
Estas cifras siguen mostrando una tónica absolutamente opuesta a la registrada en la Península y Baleares, donde la llegada de personas en situación irregular por mar cayó un 50,9 por ciento hasta el 29 de febrero, para quedarse en 2.369 personas. En estos dos primeros meses del año, se contabilizaron en Península y Baleares 155 pateras, 40 más que un año antes.