La puerta del Oratorio de la Santa Cruz se abrió para que saliera la única Hermandad que procesiona en la Madrugada de nuestra ciudad.
Las calles se quedaron en silencio al paso de esta Cofradía, que recorre las calles más céntricas de la ciudad autónoma en la Madrugada de Viernes Santo. Los nazarenos, ataviados con túnica negra, discurren en un solemne silencio.