Todo el que llega a esta tierra, lo primero que pide es una casa y un trabajo, bien, si se le concede mejor que mejor y todo el mundo callado pero como se esta construyendo una sociedad donde el crecimiento democrático ya no se caracteriza por el tradicional sistema de evolución generacional de las familias locales, sino que lo que impera ya es el sistema de trasvase poblacional de carácter migratorio sin retorno, de los habitantes no ya solo de la mayor parte de los pueblos que forman parte de nuestro Hinterland, sino también de mas allá de él, pues este anhelo deja de ser simplemente un problema social, para convertirse en una verdadera utopia, sobre todo para aquellos ceutíes generacionales que ven como la única posibilidad que les queda ante tal avalancha es, la de hacer las maletas y poner fin a su estancia en esta tierra, situación esta, desde luego mas que consentida por todas y cada una de las personalidades políticas, que recibiendo claro está, instrucciones de instancias superiores, han ocupado el sillón de mando del edificio gubernamental de la Plaza de los Reyes.
En este orden de cosas y dejaciones, estamos asistiendo atónitos a algunos de los acontecimientos mas vergonzantes que en los últimos tiempos se han dado en nuestra ciudad, como es el caso de las algarabías y desordenes premeditados que se están formando día si, y día también en las calles y plazas de la zona centro.
Aquí la inoperancia gubernamental es flagrante, consiguiendo con ello que algo que, en principio podía haberse controlado con cierta facilidad, al final los desborde y se les vaya de las manos, pues con que solo se hubiera procedido a aplicar la legislación vigente para estos casos, en tiempo y forma y no tarde y mal como al final se ha hecho, mas de un quebradero de cabeza y disgusto se le hubiera evitado a todos los ciudadanos. Y mientras esto ocurre, los ceutíes observamos perplejos como, él de la Plaza de los Reyes, y a sabiendas de que han sido otros los que en cierto modo han solucionado el problema, sale con la pretensión de apuntarse el tanto.
Aquí mi pregunta como ceutí es clara, ¿Por qué desde delegación se ha esperado tanto en darle solución a este problema? parece ser que nuestros políticos no son conscientes de que la falta de respuesta inmediata ante asuntos tan delicados, lo único que consigue es dar muestras de confusión y por lo tanto aumentar el efecto llamada para aquellos que ven en la debilidad la oportunidad para ningunear nuestra soberanía y nuestras leyes, desde luego que ante tal estado de cosas hasta se entiende que algunos piensen que, con solo formar un poquito de jaleo aquí se consigue lo que se quiere.
No es de extrañar, que llegados a este punto Marruecos intente sacar algo de partido, insinuando con la boca pequeña o grande según se mire, que en todo esto de la inmigración son ellos los que tienen la sartén por el mango y que de ponernos tontos siempre tienen el recurso de poner en marcha unas oportunas jornadas de puertas abiertas, invitando a salir a todos los que tienen allí esperando para dar el salto, propios y ajenos, apelando a una nueva “marcha verde” como formula táctica adaptada a los nuevos tiempos que, sin necesidad de ejércitos y solo con el aporte realizado por unos cuantos de sus súbditos, debidamente instruidos por los que todos ya conocemos y de aquellos que solo buscan salir del atolladero donde la hipocresía occidental los metió hace ya muchos años, tan buenos resultados ha de aportarle en el presente y en el futuro a la monarquía aluita.
Como apunte final y en este sentido me gustaría hacer referencia a las declaraciones que hace unos días hacia en la prensa nuestra senadora del PP y en las que pedía explicaciones al gobierno acerca del dinero que se gasta en la atención sanitaria de las mas de 259 mujeres marroquíes a las que se ha asistido en nuestro hospital durante los últimos meses por cuestiones relacionados con el parto, desde luego que en este asunto, en el que se pone de manifiesto la incapacidad de las autoridades marroquíes y la humillación que les habría de suponer como nación independiente el ser capaces siquiera de atender sanitariamente a sus súbditos, no se sienten tan agraviados, pues se les soluciona una papeleta importante, pero aun así se permiten el lujo de reivindicar Ceuta y Melilla o tener la pretensión de anexionarse el Sahara, cuando lo que debieran hacer es dar gracias todos los días por contar cerca de ellos con dos ciudades españolas que siempre están ahí para ayudarlos a resolver sus problemas.
Pero como por desgracia eso no va a ser así y siempre que tengan ocasión pondrán las mayores trabas para nuestro desarrollo, fomentando el colapso de nuestro pueblo, a la pruebas me remito, habrá que seguir esperando a que las autoridades salgan de su atribulamiento y a que tomen las decisiones oportunas en tiempo y forma, antes de que sea demasiado tarde y para entonces todo tenga difícil remedio.