Aunque algunos portavoces de la oposición intentan desvirtuar el verdadero significado de la democracia que consiste en que son los ciudadanos quienes eligen a sus gobernantes, resulta que, hoy por hoy, la Asamblea autonómica tiene a un partido hegemónico con 13 escaños y el segundo está a mucha diferencia, nada más que con 4. Es más, sumando a los 4 partidos de la oposición no se acercan a los 13 diputados populares. A partir de ahí y, por tanto, conformado un Gobierno del Partido Popular es a éste a quien le corresponde la tarea de dirigir a la Ciudad Autónoma de Ceuta. Para ello, prepara unos presupuestos que no son otra cosa que la definición de sus prioridades de gasto para el año 2017 y la oposición, como es lógico, lo puede discutir, pero, al final, quien tiene la responsabilidad, la tiene. Es un derecho perfectamente reconocido. Desde luego, si no están de acuerdo con estas cuentas públicas, ya saben que lo normal no es solamente la presentación de alegaciones, sino el llevar adelante un presupuesto alternativo que explique cuáles son las prioridades de cada uno de los grupos. Es lo que se hace en democracia: unos tienen más votos que otros y nada más que hay dos posibilidades, o se esperan a mayo del año 2019 e intentan ganar al PP, o buscan la fórmula para la presentación de un candidato alternativo que haga que el presidente Vivas se vaya a su casa. Son las fórmulas de la democracia que como alguien dijo, es el menos malo de todos los sistemas políticos conocidos. Así es la vida aunque a algunos no les guste.