La falta de depósitos en los que dejar los coches y embarcaciones que han sido intervenidos por las fuerzas de seguridad ha generado un problema grave no solo en Ceuta, sino también en Algeciras. Los cementerios de vehículos provocan inseguridad. Aquí los conocemos bien, con la quema de turismos en el puerto que han podido causar auténticas tragedias o con el hacinamiento de embarcaciones en puntos como el puerto deportivo que han convertido la base del Servicio Marítimo en lo que no es.
Los puertos de Ceuta y Algeciras abordaron ayer esta problemática compartida, pero lo grave es que este asunto ha sido tratado en juntas de seguridad hace meses y no se ha dado ninguna solución. Los que son competentes en la materia se pasan la pelota de unos a otros y nadie actúa para llevar a cabo un procedimiento extraordinario que primero fuerce al vaciado del depósito de Benzú y, segundo, permita sacar esos vehículos intervenidos de los lugares que están funcionando, sin serlo, como depósitos para la justicia. ¿Quién responderá de ocurrir una tragedia?, ¿por qué se está permitiendo el uso de espacios como lugares de almacenamiento cuando no están concebidos para ello?, ¿cómo se habilitan medidas extraordinarias para evitar las situaciones de riesgo a las que se están exponiendo focos como el propio puerto o el deportivo?
La situación ha llegado a un punto que parece que estamos ante un castigo a la eficacia de las fuerzas de seguridad. El decomiso de pateras, semirrígidas y la acumulación de motores terminan convirtiendo el lugar de trabajo de los guardias civiles en algo insalubre, exponiéndolos a ellos pero, también, al resto de usuarios del puerto deportivo a unas situaciones que son extremas y hasta denunciables.