Hoy me he dado cuenta que los jugadores a parte de tener unas condiciones llevadas en sus genes también pueden ser inducidos gracias a la mentalización de sus entrenadores. Hace pocas semanas un grupo de niños de la categoría de alevines empezaron sus pinitos con un hombre que tenía ganas de trasmitir su esencia futbolística a un grupo de nenes entre los 10 y once años. No eran muy compactos pero se les veía que querían aprender. Progresaban muy lentamente. Los primeros resultados no fueron muy halagüeños. Una goleada tras otra venían como agua frías a los rostros de estos desventurados enanos. Pero primero los refuerzos gracias a las pinceladas de Hamido y luego tener una fuente de información en la guía personal de mi teléfono pudieron dar un pequeño retoque a este equipo que le faltaba esa piedra angular para que pudiera empezar a moverse la rueda de la regularidad. Este equipo se llama Sporting Atlético. Era creer en las horas que estaba echando en las canchas el señor Ahmed, muy especialmente en la de Juan Carlos I donde está ese polideportivo pequeño, ubicado donde vivía una célebre mujer llamada Mina. Pequeño sitio para ejercitar a nuestros pupilos pero como no tenemos otra cosa pues "a falta de pan, buenas son las tortas". Y una hora a la semana en medio campo en el césped de las nuevas instalaciones del Emilio Cozar. Creo insuficientes estos momentos para unos futuros jugadores. Compararlo con algunos grandes clubes que tienen a su disposición mínimo tres horas a la semana es un gran agravio comparativo. Pero esto es lo que tenemos los caballas. No hay mas cera que la que arde. Pero estas futuras estrellas del deporte rey empezaron a espabilar y ahora sus entrenadores están muy orgullosos de conducirlos por la senda de los libros de la teoría del futbol. Hoy ha sido un partido donde primero la ilusión de nuestros renacuajos, la lucha, entrega y obediencia les ha llevado al triunfo por cuatro a dos. Todos han sido uno. Han peleado y hecho lo que cada uno se les dijo que tenía que hacer. Sólo verles como han salido sudorosos y orgullosos de lo que han hecho me ha dado un poco mas de fuerzas para decirles ya en el vestuario "sois mis ratitas más grandes". Ya que han jugado, luchado, y no han dado un balón por perdido. No quise decirle una grosería en esos momentos pero ahora puedo decirles "olé esos hombresitos". Falta como es natural volver al nuevo entrenamiento que será mañana lunes a las cuatro donde tanto Ahmed como Hadil les seguirán dando esos consejos para que sigan creciendo hacia un futuro. Pero lo primordial es pensar que esto es un juego y que lo que verdaderamente tienen que echarle horas es a los estudios que en el futuro será lo que les dará un puesto de trabajo. Así que divertiros todo lo que podáis en el deporte rey de España pero pensar que sólo es un entretenimiento. Lo esencial y primordial son los estudios.