El ‘Taller de imagen personal a mayores y dependientes’ del SPEE y UGT concluye tras un año donde la formación se ha combinado con la ayuda social A punto de culminar, las responsables del ‘Taller de imagen personal para mayores y personas dependientes’ que, impulsado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) y el sindicato UGT, consideran que esta iniciativa que arrancó hace ahora justo un año ha conseguido sus objetivos. Dirigido a mujeres mayores de 25 años ha contado con 14 alumnas que se han especializado durante estos últimos meses en diferentes técnicas de peluquería y estética. Labores que, además de aprender, les ha dado un trabajo ya que durante las sesiones prácticas del taller se ha atendido a usuarios de distintos centros y asociaciones de la ciudad. “Hemos estado en Cruz Blanca, la residencia para mayores de Nazareth, el centro para personas con Alzheimer de Cruz Roja, A.P.R.O.S, en el Centro de Mayores de Villajovita y en la residencia Virgen de África”, enumeró la directora del taller, Inmaculada Cadavieco.
Tanto a nivel profesional como personal, Cadavieco confiesa que el balance de estos meses de trabajo con las alumnas ha sido muy satisfactorio. “La acogida en cada uno de los centros ha sido excelente, sin duda es lo que más nos ha sorprendido a todas”, aseguró Cadavieco. Han sido muchísimas las anécdotas que han recabado. Muchas las sonrisas. “Incluso hubo un grupo de mujeres mayores que quería manifestar por escrito que el taller no acabara tan pronto”, ejemplificó la directora.
El calor de los ancianos y las miradas de los niños de A.P.R.O.S como símbolo de agradecimiento son, para profesoras y alumnas, el mejor de los regalos. “Gracias a eso afrontábamos cada nueva jornada de trabajo como si fuera el primer día”, indicó la directora quien quiso mostrar su agradecimiento tanto a las implicadas alumnas como a la otra profesora del taller, Noelia Blanco.
Además, cuenta, todas las instituciones con las que han colaborado les han mostrado a través de diversos escritos su agradecimiento. “Les da mucha pena que nos tengamos que marchar, pues para los usuarios tanto de mayores como de otros organismos para personas dependientes, el día en que nosotras íbamos a visitarles lo recibían como una fiesta, incluso las enfermeras comentaban que las señoras mostraban otro carácter y estaban entonces mucho más relajadas al verse guapas”, comentó la directora. Un taller donde se ha combinado la formación con el empleo remunerado y que, al mismo tiempo, ha logrado su principal objetivo: hacer sonreír a mayores y dependientes cuando se vuelven a mirar al espejo.