La batalla que libraron ayer las once candidaturas por captar hasta el último voto hizo a más de uno traspasar los límites de la legalidad.
A algunos la estrategia silenciosa les dio resultado, pero en otros casos a sus protagonistas les costará personarse y dar respuesta ante un juez. Por ejemplo al individuo que fue sorprendido, in fraganti, a primera hora de la mañana apostado junto a la puerta de acceso de una de las sedes electorales de la barriada Príncipe Alfonso suministrando sobres con votos en su interior de la candidatura de Caballas. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía se percataron de la ilegalidad y procedieron a retirarle el material, además de interponer una denuncia en su contra por incumplimiento de la legislación, que prohíbe de forma tácita esa conducta.
La mañana también depararía otra irregularidad en ese mismo núcleo de población. También en Príncipe Alfonso los electores que se acercaron a uno de los colegios se toparon con una curiosidad nada inocente: alguien había retirado las papeletas de diez de las candidaturas y había reducido la oferta electoral a una sola. El problema se solventó en unos minutos y los electores pudieron optar de nuevo entre las 11 listas que concurrían a la cita del 24M.
Fueron dos de las denuncias presentadas ante los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado durante el trascurso de una jornada que, en términos generales, fue tranquila y sin incidentes de consideración. Desde Delegación del Gobierno sólo se confirmaron esos incidentes, ya que en el resto o no se cursaron denuncias o los enfrentamientos verbales no pasaron a mayores. Además de los reseñados cruces de acusaciones, los apoderados de Caballas y del Partido Popular también pugnaron en las aulas y los pasillos del Colegio 'Lope de Vega' por idéntica causa: la supuesta coacción a los votantes con sugerencias para que se decantaran por una u otra opción política. En ese centro educativo también se protestó por el escaso espacio en el que se vieron obligadas a apiñarse las mesas electorales, lo que propició las quejas de varias formaciones que interpretaban que no podía cumplirse su trabajo en óptimas condiciones.