Una ceutí ha denunciado ante el
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Ceuta el trato “denigrante, humillante, discriminatorio y racista” que, según su versión, sufrió por parte de una agente de la
Policía Nacional a las 2.15 horas de la madrugada del pasado martes cuando cruzó la
frontera del Tarajal hacia la ciudad autónoma con su madre y sus hijos menores de edad. La Jefatura Superior ha avanzado a este periódico que va a “abrir una investigación” para “esclarecer los hechos ocurridos”. Según la denunciante, la funcionaria de servicio en el puesto de control documental del paso empezó, cuando le hizo entrega de los pasaportes de todos los ocupantes de su vehículo, “a recriminarme en voz alta y de forma airada y muy molesta que los niños estaban dormidos, requiriendo en tono altivo y despreciativo que los despertara”. La denuncia, a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro, detalla que “comenzó a gritar uno por uno” los nombres de los menores, que iban dormidos, “con el ánimo de sobresaltarlos”. “Cuando pretendía devolverme la documentación, posiblemente por el estado de nerviosismo y exaltación que la dominaba, perdió los pasaportes al caérseles de las manos al suelo, lo que acrecentó aún más su ira, saliendo de la caseta de forma apresurada no sin antes soltar un ‘¡Joder, mierda!’ y ordenándome retirar el coche de forma inmediata para poder recogerlos”, ha relatado la mujer al Juzgado. El conflicto no dejó de agriarse: “Con una actitud arrogante e impropia de una servidora pública continuó gritando y gesticulando” con frases del tipo “¡como vuelvas de
Marruecos así no te dejo pasar!” o “¡y como vuelvas a entrar a estas horas y con los niños en estas condiciones, no te dejo pasar!”. La denuncia tacha de “irrespetuosa y racista” la actuación policial: “Me tiró los documentos a la cara y me gritó ‘¡toma, mierda!’ antes de volver a su caseta”. La ciudadana asegura que se acercó a la agente para preguntarle por su “desvergonzada agresión”, momento en el que “me agarró de la muñeca provocándome un edema y me tiró fuerte y bruscamente del brazo”, tal y como entiende que deben haber recogido las cámaras de seguridad del paso, cuyas grabaciones ha solicitado al Juzgado que reclame. “Tras conseguir zafarme de su maniobra, en ese mismo momento me descompuse y rompí a llorar porque jamás había sufrido una denigración de tal calado y mucho menos me podía esperar que viniera de una ‘servidora pública’ por el simple hecho de venir de Marruecos e ir mis hijos durmiendo en el coche durante un control de pasaportes”, hilvana la denuncia de la mujer, que solo con su marido presente y “casi una hora más tarde” logró entrevistarse con el subinspector de servicio y conseguir el número profesional de la agente. La mujer, que también tiene la intención de poner los hechos en conocimiento del Defensor del Pueblo, cree que el “honroso” Cuerpo de la Policía Nacional debe “no permitir que esta actuación racista y discriminatoria se normalice”. La Jefatura Superior va a “investigar” los hechos.