Tres meses. Esta es la duración del curso de vigilancia en al que se habían inscrito unos cuarenta alumnos en Ceuta. Sin embargo, a partir de diciembre, la formación quedó paralizada y aún no han logrado darla por terminada. Solo le faltaban un par de flecos. Algunos exámenes y las prácticas para obtener el certificado.
Laarbi Mohamed es uno de los afectados. A su edad “no está para perder el tiempo” y, por ese motivo, se moviliza a través de la prensa local. Asegura que su reclamación no es “para quejarse” sino más bien para que su situación sea solucionada. Ha abonado 1.000 euros del total del coste y lo único que pide es finalizar sus estudios para poder buscar un empleo.
Al igual que él, otros de los matriculados también tienen este deseo. Esta instrucción les abre la puerta a oportunidades laborales que les son necesarias, en especial, para aquellas personas que tienen responsabilidades familiares. “Tengo una carga personal al igual que otros compañeros. Hemos pagado un servicio que se tiene que dar”, expresa.
Excedencias y alquileres
De hecho, hay quien ha hecho un esfuerzo incluso mayor con la finalidad de que le sean impartidas estas clases. “Hay quienes trabajan al mismo tiempo y también otros que están de alquiler solo para esto o que han pedido una excedencia en sus puestos solo para hacer el curso”, manifiesta.
A él le faltan aún 500 euros para pagarlo al completo, pero otros de los alumnos ya hicieron efectiva la retribución total al comenzar. Son varias las explicaciones que se les han dado desde que ocurrió el incidente. Ni si quiera se les comunica en qué momento podrán retomarlo, tal y como indica este vecino de la ciudad. “Lo último que se nos ha dicho es que quizá el 10 de febrero se sepa algo, pero tampoco lo aseguran”, comenta.
Mohamed indica que, a estas alturas del año, ya estarían con los trámites oportunos para acceder la tarjeta de identificación profesional, el único requisito a cumplimentar tras finalizar con el aprendizaje reglado. “Ya tendríamos que haber finalizado esto. Estaríamos moviendo el papeleo para la TIP y así nos tienen”, menciona.
Asegura que ni si quiera le responden a los mensajes que envía al equipo del centro. Han tenido un par de reuniones para saber el por qué, pero siguen sin un remedio definitivo. La academia a cargo, ProCeuta, les señaló que esta pausa se debe a un cambio que deben realizar en la plataforma que usan para el seguimiento de la formación, una modificación que viene impulsada desde el Ministerio de Educación.
“Lo único que queremos es que terminen con lo que han pactado con nosotros”, asevera. Pide que le aclaren en quién recae esta cuestión directamente para emprender el proceso que sea necesario para atajar el problema.