No existe un campeonato autonómico, pero si existiera nuestra ciudad sería campeona de España en incivismo, quema de vehículos, contenedores y, por supuesto, desguaces en vía pública. Un récord nada alentador para los ciudadanos que quieren vivir dignamente y en paz, pero los números nos impiden hacer otra lectura más alentadora.
Hace cinco días la Consejería de Medio Ambiente finalizaba el trabajo de limpieza en el vertedero existente en la trasera de la prisión de Los Rosales. De allí, se retiraron 7.200 kilos de madera, colchones y basuras; 200 de neumáticos; 530.560 de escombros; y 5.300 de residuos férricos. Cinco días han tardado los primeros incívicos en arrojar escombros en el lugar para desgracia de los vecinos.
Pero el récord absoluto lo tenemos en vehículos y contenedores quemados en 2020 -más de 200 y 157 respectivamente-, también en apedreamientos a los bomberos y policías cuando se dirigen a sofocar estos actos delictivos. Unos datos desmoralizantes, pero aún más si conocemos el número de detenidos por esta acción que tanto daño hace a la imagen de la ciudad y a las arcas de los contribuyentes. Esos son los números o por lo menos son los números que manejamos desde AEGC.
Esta semana los vecinos de la zona de Los Rosales avisaban de que una furgoneta arrojaba escombros en la recién limpiada explanada. La respuesta no puede ser otra que retirar los mismos para no animar a los incívicos ciudadanos, pero la mayor respuesta debe ser identificar y denunciar a los responsables.
Llevamos muchos años, demasiados, sufriendo la quema indiscriminada de vehículos y contenedores, desguaces clandestinos y arrojo de residuos en vía pública, sin ningún resultado en la identificación o detención de los responsables. Una falta de respuesta que es la peor de las noticias para los ciudadanos, porque perciben que las Fuerzas de Seguridad no pueden acabar con esta pandilla de energúmenos.
Esta suma y sigue de vandalismo nos trae a la memoria una reunión que hubo hace años en Delegación de Gobierno para tratar esta situación, porque la presión mediática y ciudadana era evidente. Por aquel entonces se dieron órdenes concretas de implementar agentes para detener e identificar a estos delincuentes y, por cierto, dio buen resultado, llegando a detenerse a algunos responsables y, sobre todo, se acabó con la sensación de impunidad que tienen estos sinvergüenzas, porque apagar los incendios y retirar escombros está muy bien, pero no es la respuesta que esperan los ciudadanos de las autoridades de Ceuta.
Desde AEGC esperamos una respuesta contundente para acabar con tanto vandalismo, porque percibimos -igual nos equivocamos- que hemos llegado a la peor de las situaciones, porque quemar vehículos y apedrear a bomberos y policías ya no es noticia.