Los delegados de Gobierno del PSOE en Ceuta

Un repaso a los delegados de gobierno en Ceuta con el PSOE en el Gobierno de la Nación tras el anuncio de que Salvadora Mateos ocupará el cargo:

1. Manuel Peláez

Fue el primer delegado del PSOE cuando Felipe González ganó las elecciones en octubre de 1982, aunque no se incorporó a su puesto en Ceuta hasta el mes de marzo de 1983. Su labor fue muy polémica, debido a que de la mano de Francisco Fráiz como delegado del Gobierno llevaron a cabo una serie de gestiones que, luego, terminaron con Fráiz en los Juzgados. Tomó parte con su partido en el voto de censura que le presentaron a Fráiz y que llevó a Aurelio Puya al frente de los destinos de la Ciudad Autónoma cuando éste abandonó las filas socialistas. Mucha crispación en la ciudad hizo que en 1986 le sustituyeran.

2. Ramón Berra

Una persona absolutamente tranquila que llegó para calmar las aguas en una ciudad que se encontraba con un enfrentamiento radical entre el Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno. Nada más que permaneció un año en el cargo.

3. Pedro Miguel González Márquez

Es el delegado del Gobierno que más tiempo se ha mantenido en el cargo. Estábamos hablando del año 1987 donde los guerristas eran una familia importante dentro del PSOE y Alfonso Guerra como vicepresidente del Gobierno, el otro yo de Felipe González. Pedro Miguel González Márquez era guerrista de toda la vida y había ocupado algunos gobiernos civiles antes de llegar a nuestra ciudad. Provenía del Gobierno civil de Almería y era natural de Tarifa. Permaneció en el cargo hasta finales de año de 1994, una vez que los guerristas habían pasado al ostracismo dentro del partido. Unos años donde se produjo una de las escenas más históricas de Ceuta cuando el entonces ministro del Interior, José Luis Corcuera, entró en Ceuta acompañado por su homólogo marroquí a pie por la frontera del Tarajal.

4. María del Carmen Cerdeira

Era la primera ceutí que ocupaba el cargo en la Delegación del Gobierno. Era por entonces la política con más estrella que había salido de nuestra ciudad. Había sido concejala con Fráiz y senadora en dos legislaturas. Cuando perdió frente a Francisco Antonio González en las elecciones para el Congreso en 1993 entró en el Gobierno como asesora dentro del superministerio de Justicia e Interior que llevaba Belloch. La caída de González Márquez la trajo a la Delegación del Gobierno, donde permaneció hasta la llegada del Partido Popular en el primer semestre del año 1996 donde fue sustituida por el popular Javier Cosío.

5. Jerónimo Nieto

Fue el primer de los tres delegados del Gobierno socialista en la segunda etapa de Gobierno del PSOE. Y es que durante los siete años de José Luis Rodríguez Zapatero fueron un total de tres los máximos responsables de la Administración General del Estado en nuestra ciudad. Hay que destacar que Nieto no tenía ninguna relación con Ceuta y era el portavoz del PSOE en materia deportiva. Fue enviado a Ceuta y sus primeros tiempos fueron convulsos con algunos de los colaboradores que se trajo. Sin embargo, la relación con la ejecutiva del partido que entonces lideraba María Antonia Palomo nunca fue buena y solamente duró dos años, el tiempo en que pudieron buscarle un sustituto. En sus tiempos sucedió el asalto a la valla que provocó muertes en el lado marroquí y que nunca fueron, luego, aclarados desde nuestro país.

6. Genaro García Arreciado

Natural de Huelva había sido presidente de la Autoridad Portuaria de esta ciudad y cuando llegó a nuestra ciudad ocupaba un cargo de asesor en el Ministerio de Fomento de la época. Contó con un integrante de la familia Cerdeira como jefe de gabinete ante su desconocimiento de la situación ceutí. Clemente Cerdeira fue su mano derecha a lo largo de los dos años en que permaneció en Ceuta.

7. José Fernández Chacón

La segunda legislatura de Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno de la Nación contó únicamente con un solo delegado en nuestra ciudad. Se trataba del gaditano José Fernández Chacón, que traía como bagaje que había permanecido durante cuatro años como delegado del Gobierno en Melilla, con lo cual los problemas ceutíes no le eran nada desconocidos. En este tiempo entabló una amistad personal con el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, con lo que las relaciones institucionales fueron excelentes, a pesar de que cada uno pertenecía a un partido distinto. Los problemas con la inmigración le causaron más de un dolor de cabeza con los primeros acampados en la misma Plaza de los Reyes que, luego, continuaron más adelante.