Cucurull señala que el pasado viernes les enviaron el escrito y ante la posible negativa a contratar vigilancia dijo que “el cumplimiento de la ley no es voluntario”
Quince días tienen de plazo los propietarios de las naves del Tarajal para presentar el Plan de Seguridad de los polígonos. El pasado viernes, la Delegación del Gobierno envió sendos escritos a los cuatro presidentes de las distintas comunidades de propietarios.
El delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, reconoció ayer que una semana y media después de haberse decidido la reapertura nuevamente del nuevo paso de mercancías los problemas son los mismos que se detectaron antes del cierre, es decir, el desorden que se produce en el interior de los polígonos del Tarajal. Entiende que tanto el paso fronterizo como el corredor de canalización de porteadores, que es dependiente de la Ciudad Autónoma, funcionan correctamente.
Está convencido que con ese Plan de Seguridad que han de presentar los empresarios la situación mejoraría, advirtiendo que siempre ha dicho que “la apertura nunca significaría la panacea para este comercio. Con el Plan y luego con la presencia de la Policía por si se produce algún altercado estaríamos mejor”.
Ante las opiniones de algunos empresarios sobre que no contratarían seguridad privada, lo cierto es que establece “que el cumplimiento de la ley no es voluntario. Si tomaran esa presunta decisión se verían obligados al cumplimiento de la ley como todo el mundo”.
Los medios de comunicación se interesaron por la posibilidad de que al final no se presentara el Plan de Seguridad, con lo cual el mismo delegado quiso advertir de que no quería “jugar a futuribles, pero, desde luego, volveríamos a hablar del asunto. Para nosotros la seguridad de las personas sigue siendo la primera prioridad, si los empresarios no son capaces de garantizar la mencionada seguridad habrá que tomar decisiones para que esos grupos de porteadores sufran riesgos”.
Incidió nuevamente para señalar que allí queda un punto por resolver que no es otro que las concentraciones que se produce en el interior de los polígonos, “pero no podemos olvidar que esos ciudadanos marroquíes que llegan son clientes de los polígonos. La mayor parte de los incidentes son responsabilidad de algunos empresarios que siguen enredando y que prefieren que aquellos continue siendo un caos”.
Reconoció que es un asunto que se ha venido deteriorando a lo largo de los últimos quince años y “ahora mismo nos encontramos en el punto álgido de ese deterioro. Hay muchos puntos negativos, pero el esfuerzo que durante años ha hecho el Estado ha sido impresionante y por ello, ahora hemos pedido que otros también la compartan”.
Volviendo nuevamente al tema de los empresarios explicó que habían tenido varias reuniones con los mismos y que se había iniciado un camino de “colaboración y de entendimiento”.
Sus últimas palabras sobre la situación tanto en la frontera del Tarajal como en los polígonos fue para reconocer que “es un problema que desborda a los empresarios, a la Delegación del Gobierno, a la Ciudad Autónoma y también a Marruecos. Aunque quiero aclarar que el país vecino está haciendo un esfuerzo enorme por cumplir los acuerdos que habían alcanzado con España”.
Defendió que, según los datos de los que disponía, se estaba respetando la entrada de unos cuatro mil porteadores todos los días, “pero los medios de los que disponemos son rudimentarios. De ahí que uno de los pasos que se darán es la instalación de medios tecnológicos que nos conviertan en una frontera inteligente. Entonces tendremos más datos”.