Acuerdan que dure una semana para reflexionar sobre el desastre actual
“La presencia de 10.000 personas supone un riesgo serio para ellas”, explican
En este tiempo se buscarán posibles soluciones a lo que sucede
Cinco días tras su inaguración después de tres años bloqueado. Solo cuatro días operando como tal (el viernes no se ejerce el porteo). El ‘Tarajal II’, el paso alternativo para la entrada y salida de mercancía con Marruecos, cerrará el lunes próximo y así permanecerá durante una semana a modo de medida cautelar. Es lo que se le ha ocurrido a la Administración, tras verse superada por unas previsiones demoledoras de las que ha ido informando con vídeos FAROTV, desde el lunes cuando de las 4.000 entradas se pasó a 10.000 el pasado miércoles y jueves. Totalmente superada, tras la reunión mantenida ayer entre la Delegación del Gobierno y la Ciudad, se optó por la suspensión y cierre ante el temor de que pudiera producirse alguna situación incontrolable. Y esta solución se adopta después de que se hiciera un simulacro que sirvió a la Administración para creer que tenía todo controlado y nada podía suceder. La realidad ha supuesto una bochornosa bofetada sin manos.
La Delegación del Gobierno se encargó de difundir la comunicación oficial a través de una nota de prensa, evitando comparecencias públicas. “Todos los asistentes” a la reunión “han coincido en subrayar que el paso de personas por la frontera funciona de manera fluida, si bien no sucede lo mismo con la circulación de los porteadores en el interior de los polígonos comerciales colindantes. La presencia de más de 10.000 porteadores, cifra muy superior a la prevista y que duplica las entradas habituales, supone un serio riesgo para la seguridad de las personas, a tenor de la situación observada durante esta primera semana”, expone.
“Así las cosas y mientras se estudian medidas adicionales que garanticen la integridad física de las personas que se dedican a esta actividad, se ha determinado suspender durante la próxima semana, de manera coordinada con las autoridades marroquíes, el tráfico de mercancías entre Ceuta y Marruecos”, concluye.
En la nota oficial no se dice nada de los deberes que no se han hecho. Porque ‘Tarajal II’ abrió sin que estuvieran las zonas de embolsamiento preparadas, como la prevista en el llano de Jomasa, algo que ha influido en las acumulaciones de porteadores en las naves. Tampoco se han adecuado las zonas de descanso, obligando a que las mujeres tuvieran que ser retenidas formándose colas hasta el viejo Biutz. A todo esto se suma el hecho de que la seguridad se haya dejado en manos exclusivas de Policía Local y vigilantes, existiendo fallos importantes en materia de seguridad que a punto estuvieron de generar desgracias personales.
De todo esto no ha habido explicaciones, ni tampoco del sentido real de las relaciones con el vecino país cuando esta misma semana se ha ralentizado el tráfico de mercancía debiendo incluso pararse la salida de bultos. Marruecos no solo ha sufrido avalanchas en su lado sino que además ha sido testigo de cómo los porteadores accedían por la frontera sin traba alguna, lo que ha dado lugar a la generación de dos focos de tensión y problemas, ahora en estos dos pasos.
La medida acordada ayer no se había trasladado todavía por la tarde a los empresarios de los polígonos y se espera que Marruecos sea la que la traslade a los porteadores a los que se impedirá la entrada por el recién estrenado puente.
La situación de colapso y caos en el interior de las naves se ha dado la mano con las largas colas que siguen sin abandonar el espacio fronterizo porque los porteadores buscan dar salida a la mercancía en vehículos y porque son muchos los que, de ser rechazados, se quedan a dormir en Ceuta por lo que, a primera hora de la mañana, ya están bloqueando la zona aunque todavía no hayan abierto los comercios. El ‘Tarajal II’ ha supuesto un auténtico efecto llamada para la población marroquí y se teme que el potencial número de visitantes vaya en aumento debido a la facilidad para sacar el bulto.
En solo cuatro días, apabullados Las escenas de avalanchas, colapsos, situaciones de emergencia y dramatismo se han dado en el Tarajal hasta el punto de estar a punto de causar tragedias. La imagen de la escalera de la muerte ocupada de nuevo por porteadores provocó un auténtico sonrojo así como la generación de un temor por si podían producirse de nuevo más accidentes en una zona ya de por sí maldita.
Hachuel reconoce que “esto nos supera a todos”
Horas antes de producirse la reunión oficial, el portavoz del Ejecutivo, Jacob Hachuel, avanzaba ya el tono de preocupación de ambas administraciones ante una situación imprevisible. Defendió Hachuel ante los medios de comunicación que la presencia de la Policía Local se iba a mantener en las naves porque así se lo había requerido el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández, y por tanto se estaba cumpliendo la ley. “La Policía estará donde debe”, expuso, apuntillando que in situ también ha estado el superintendente “improvisando, tomando decisiones sobre la marcha” porque “no podemos dar la espalda” a los requerimientos de apoyo al CNP.
Dramático, el propio Hachuel argumentó su temor a que la cifra de personas llamadas a portear fuera a más, reconociendo que “no estoy seguro de que haya medios al alcance de nadie en Ceuta para que eso sea un paso normal”. “Nos supera a todos”, aclaró, advirtiendo de que debería llegar el momento en que, siendo un polígono privado, permitir un cupo máximo de personas. “Vamos a ver cuál es ese aforo, cuánta gente puede aceptar”, aclaró, sin poder puntualizar para cuántas personas está previsto el ‘Tarajal II’ ya que el tránsito de los bultos depende “de si pueden ir al paso, al trote o al galope”, temiendo que el control por una de las puertas lleve al colapso por ‘Tarajal I’, la frontera.
Respecto a la respuesta dada por el Gobierno de la Nación al diputado socialista, Antonio Trevín, en cuanto a la nula competencia de la Policía Local en la zona, el portavoz ha aclarado que sí debe estar porque se trata de un vial municipal, insistiendo en que deben apoyar a la UIP, aunque esta fuerza de seguridad ya solo opere fuera del recinto.