El tráfico de mercancía entre España y Marruecos funciona con normalidad a falta de adoptarse las nuevas medidas de seguridad con las que se quiere evitar la generación de avalanchas. Medidas como la clausura, hasta nueva orden, de la puerta norte, ya que su operatividad se relaciona directamente con estos movimientos de masas.
Este lunes ha tocado turno de mujeres para cargar bultos y sacarlos por ‘Tarajal II’, aunque el efecto llamada del textil está llevando a que los intentos de traslado de mercancía se efectúen por la propia frontera, lo que quiere ser evitado a toda costa por la Administración central.
Desde primera hora ha habido intentos de entrada en mayor número que han sido cribados por la propia Policía, con la intención de ejercer un mayor control sobre el comercio transfronterizo.