La
delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, ha eliminado toda polémica a una situación que ha terminado siendo la nota en estas elecciones municipales: el hecho de que una presidenta de la mesa ejerciera su función ataviada con un niqab. Esto llevó a que
Vox anunciara la impugnación de esa mesa establecida en el colegio Ramón y Cajal. Para Mateos no existe problema alguno porque en todo momento esta mujer estaba plenamente identificada.
“A primera hora vimos que la presidenta de la mesa llevaba burka, estamos en un país laico y cada uno tiene la religión que quiere. Lo único que ante esta situación, como se habría hecho en cualquier otro sitio y más siendo ella la presidenta de la mesa, lo que se acordó es que otra mujer, que era la vicepresidenta de la mesa, en la intimidad, comprobó quién era con su carné de identidad quitándose el burka delante de ella. No hubo más problema”, ha asegurado Mateos a los medios de comunicación.
Sobre el conato de rebelión que dijo sufrir también Vox en el colegio Reina Sofía del Príncipe, la delegada del Gobierno ha dicho no tener constancia de estos hechos por lo que no serían de gravedad al no haberse denunciado. “Sé que hubo gente que se quejó porque los votos de Europa estaban a la vista y no había intimidad para cogerlos. Había muchas papeletas y no cabían en las cabinas. Si ustedes lo comprueban, en otras ciudades ha pasado lo mismo”.
Ambos episodios han copado protagonismo mediático, pero sobre todo lo ha tenido el de la mujer con niqab después de que el líder de Vox, Santiago Abascal, incluso retuitera la fotografía en la que esta presidenta de mesa tuvo que intervenir para que se desalojara con la Policía a la cantidad de personas apoderadas de Vox que estaban en el colegio lo que podría estar cohibiendo las votaciones. Entre esas personas estaba Carlos Verdejo, coordinador de Vox y número 2 de la lista.