“Dejo una Policía Local que está a la cabeza de todas las de España”

Es más de media vida lo que ha permanecido Ángel Gómez al frente de la Policía Local de Ceuta. Un repaso de su trabajo con El Faro que lo ha hecho en muchas ocasiones, pero que ahora es obligado porque mañana lunes será el último día en que vestirá este uniforme por razones de la jubilación que le llega al cumplir los sesenta y cinco años.

Confirma que lo tiene asumido y que, de todas maneras, está a disposición del Gobierno para lo que pudiera necesitar.
-Treinta y tres años en la Policía Local es toda una vida. ¿Cuando salga de este despacho el próximo lunes qué va a sentir?
-Voy a sentir el orgullo de haber vestido el uniforme de la Policía Local de Ceuta durante todo este período. Tenía mi carrera en el entonces Cuerpo General de Policía, ingresé muy joven y ascendí pronto a inspector jefe. En la Policía Nacional podría haber llegado a comisario seguro y, también, a comisario principal. Compañeros míos de profesión son ahora comisarios principales y ocupan puestos de relevancia dentro de la Dirección General de la Policía. Miro hacia atrás y no me arrepiento de haber vestido el uniforme de la Policía Local. Lógicamente, también sentiré pena, porque he pasado muchos días entre estas paredes del Edificio Polifuncional, entre las paredes del Cuartel del Revellín y entre las paredes del sótano del Palacio municipal, donde cuando llegué tenía sus oficinas la entonces Policía Municipal. Pero es algo que tiene que llegar por cuestión de edad, lo tengo perfectamente asumido, con lo cual llega el momento.
-¿A lo largo de este tiempo más penas o más alegrías como jefe de la Policía Local?
-Muchas más alegrías. He tenido momentos desagradables, pero vienen a ser dos o tres y luego lo demás han sido alegrías. Entiendo que se ha hecho un buen trabajo, como cuando llegué y estaba entonces  la Policía Municipal metida en un sótano, totalmente abandonada y desprestigiada. Las dependencias eran el despacho del jefe y una habitación más. No existían las comunicaciones, ni había medios. Comencé a trabajar y el alcalde Ricardo Muñoz me apoyó. La Policía Local le debe agradecer a aquel alcalde la revolución que se produjo.
-Vino el primer gran cambio, con el traslado al entonces cuartel del Revellín…
-Fue una propuesta, se hicieron las gestiones con la Comandancia, se accedió y allí nos fuimos. Estábamos más dignamente, luego vino el cambio de uniforme, del gris al azul para estar homologado con las restantes policías locales. Se les dotó a los agentes de comunicaciones, porque no tenían. Si había una incidencia en un punto de la ciudad no la podían comunicar, porque no olvidemos que entonces no existían los teléfonos móviles. Se organizó a la Policía Local por unidades, creándose las unidades de Seguridad Ciudadana, de Atestados, de Tráfico, etc…Y la Policía Local comenzó a funcionar con una nueva dinámica, los policías comenzaron a sentirse agentes de la autoridad. Estaba tan mal la Policía Municipal que cualquiera que hubiera llegado lo habría hecho, igual o mejor, pero me tocó a mí.
-Uno de los aspectos que más se potenciaron fue el de la seguridad ciudadana.
-En ese aspecto hice hincapié para que comenzáramos a trabajar codo con codo en la seguridad ciudadana con la Policía Nacional. Durante unos años. Incluso la Policía Local la mantenía, porque la Nacional no tenía en esa época muchos medios. A través de las peticiones del alcalde de aquella época se implicó de una manera importante, hasta el extremo de realizar mil doscientas o mil trescientas detenciones al año. En esa época éramos ciento cincuenta.
-Pero la Policía Local ha ido adaptándose a los tiempos.
-He procurado siempre que no estuviéramos anclados, modernizando a la Policía en todos los aspectos.
-¿Se puede considerar un hito dentro de la Policía Local la creación de la UIR?
-La creación de la UIR fue un acontecimiento importante, porque fuimos pioneros en España. La prueba es que han venido de muchas ciudades para ver el funcionamiento de la unidad. Entiendo que es una unidad que está cumpliendo con los objetivos por los cuales se creó.
-A raíz de esa expectación que la Policía Local ha levantado a lo largo de estos años en otros lugares de nuestro país, hace unos días usted impartió un curso, donde los alumnos fueron máximos responsables de este Cuerpo en otros puntos del país. ¿Eso significa la importancia que tiene esta Policía Local?
-Mantengo contactos con los jefes de Policía de muchas capitales de provincia. Al ser profesor de la Academia Superior de Andalucía me preguntaron si podía darles un curso a varios intendentes y varios profesores que vinieron. Se les dio una teórica y luego una práctica que consistió en enseñarles las instalaciones, los vehículos, los medios con los que contamos.
-¿De todos los alcaldes guarda buen recuerdo?
-Soy una persona disciplinada y siempre he estado a las órdenes de los alcaldes. A la pregunta de si guardo buen recuerdo de todos te diré que no. Hubo uno que intentó destrozarme mi carrera profesional. Me abrió un expediente salvaje, recurrí a los tribunales y la verdad es que le debí mucho a mi letrado que era el fallecido Pablo González. Los tribunales me dieron la razón. En materia administrativa se declaró el expediente nulo y con esa resolución me fui al Juzgado de lo Penal, denunciando tanto al alcalde de entonces como al instructor del expediente. Condenó por prevaricación al instructor, e igualmente me debió pagar una indemnización, circunstancia que hizo. Es el peor recuerdo que tengo. Luego, cuando llegó el GIL nombraron a una cúpula militar: un general, un coronel, un teniente coronel y dos comandantes para hacer el trabajo que hacía yo solo. No les gustaba que yo estuviera y me hicieron una propuesta. Lógicamente podía haber rechazado esa propuesta, ya que mi plaza de superintendente es en propiedad, pero entré al trapo que me ofrecieron y durante el tiempo que estuvieron me dediqué a otros cometidos.
-Con el resto, sin problemas.
-Con ninguno. Ricardo Muñoz para mí fue de los mejores, porque pilló la coyuntura de la que hemos hablado antes. Y mis relaciones fueron magníficas con él, al igual que con Aurelio Puya, Fructuoso Miaja, Basilio Fernández y el actual, Juan Vivas. Es un gran presidente, muy preparada para hacer lo que hace y sobre todo muy coherente. En cuanto a los concejales y a los consejeros puedo decir lo mismo. Con algunos he tenido más afinidad que con otros, pero no guardo ningún rencor a nadie, porque no es mi manera de ser.
-¿Cómo es la Policía Local que deja?
-Dejo una Policía Local que para mí, que conozco muchas, está a la cabeza de las Policías Locales de España. Y lo digo con conocimiento de causa, a pesar de todas las deficiencias que tenemos, pero las demás tienen más. Pero la Ciudad Autónoma se ha volcado, de manera especial en estos últimos años, por modernizar la Policía. Aquí estamos en temas de comunicaciones bien dotados; luego, en medios técnicos contamos con los necesarios para realizar nuestro trabajo, porque disponemos de sonómetros, alcoholímetros, en el caso de radar estamos en trámites para adquirir uno nuevo. En el caso de los vehículos, en la anterior legislatura, con la consejera Yolanda Bel, hemos adquirido coches, furgones y motocicletas. En el tema de las comunicaciones tenemos conexión directa con los archivos centrales de la Dirección General de la Policía y de la Dirección General de Tráfico. En materia de formación se imparten todos los años más de quince cursos relacionados con las competencias de la Policía, tanto los organizados por el Área de Recursos Humanos de la Ciudad Autónoma como por parte de las centrales sindicales.
-¿El problema en los últimos años son los medios humanos?
-De todos es sabido que por motivo de la crisis económica, el Gobierno de la Nación adoptó la decisión de amortizar las plazas vacantes de funcionarios. En estos años se han jubilado treinta agentes, hay diecisiete en segunda actividad, pero no obstante, hay que agradecer la profesionalidad de todos los policías locales de la plantilla que hacen un esfuerzo para cubrir esas deficiencias y se cubren todos los servicios. La Policía Local participa en todos los acontecimientos de la ciudad, ya sean lúdicos, festivos, militares, religiosos, etc…En breve plazo, la Ciudad Autónoma, cuando así lo entienda, dotará del personal necesario que nos falta a la Policía Local.
-Siempre se ha dicho que ha manejado a los sindicatos...
-Nunca he manejado a los sindicatos. En los medios de comunicación se han publicado muchas denuncias por parte de los sindicatos cuando sus representantes han entendido que así lo debían hacer. Me he equivocado en ocasiones y quiero pedir disculpas tanto a los funcionarios de la Policía Local como a los ciudadanos que han podido sufrir estos errores.  

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-¿La seguridad de Ceuta ha cambiado mucho?
-Hace 33 años, no teníamos el problema grave de la inmigración que tenemos hoy, no contábamos con la entrada multitudinaria de porteadores de manera diaria, pero entiendo que Ceuta siempre ha sido una ciudad muy tranquila. Se han dado hechos puntuales que han creado alarma social, donde el pequeño delito es el que nos agobia un poco. La gente en Ceuta, bajo mi prisma, vive tranquila y no lo digo porque hasta mañana soy jefe de un Cuerpo de Seguridad, sino porque lo creo realmente. Si Ceuta puede presumir de algo es de ser una ciudad segura.
-Siempre se habla de la coordinación entre Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local. ¿Esa coordinación es real?
-La coordinación entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Policía Local siempre ha existido. Nosotros nos hemos llevado con la Policía Nacional, que es la que tiene competencias en materia de seguridad ciudadana, de manera fenomenal, tanto a nivel de Jefatura como de funcionarios. En estos treinta y tres años, los roces entre funcionarios de uno y otro Cuerpo se pueden contar con los dedos de una mano en razón a las competencias. Y luego, la coordinación a través de las Juntas de Seguridad y de las relaciones personales son constantes y permanentes. Cuando la Policía Local tiene conocimiento de algún asunto que afecta a la seguridad y tenga relación con tráfico de estupefacientes o actos relacionados con el terrorismo en todas sus vertientes, toda esa información se pasa a la Policía Nacional. Cuando necesitan de cualquier tema para que colaboremos con ellos, así lo hacemos. Ahora mismo estamos haciendo inspecciones conjuntas entre los dos Cuerpos en los locales del Poblado Marinero, hacemos controles conjuntos en diferentes puntos de la ciudad… se han implantado reuniones quincenales en materia de Seguridad Ciudadana con los máximos responsables de las unidades de ambos Cuerpos. Con la Guardia Civil, también, pero debemos decir que no tienen competencias en materia de seguridad ciudadana dentro del casco urbano. Colaboramos con ellos en la frontera o en las carreteras nacionales cuando nos lo piden. No es raro ver a la Policía Local en la Carretera Nueva, que es una vía nacional, regulando el tráfico todas las tardes. O en la playa echando una mano en una avalancha que hubo de inmigrantes, actuación por la que nos felicitó de manera personal el propio ministro del Interior.
-En estos treinta y tres años ha estado ocupando otros cargos, como Dirección General de Protección Civil, Emergencias y 112.
-He estado en dos épocas distintas y procuré poner en marcha un departamento que no tenía nada. En esa época se compró el puesto de mando avanzado; se adquirieron sábanas, mantas, tiendas de campaña, todo lo necesario por si se produce una situación de emergencia y debemos realojar a personas, tengamos lo suficiente para en un primer momento darles las prestaciones básicas. Se hicieron planes de emergencia y de autoprotección e igualmente simulacros en centros escolares y oficiales. Fue una época también muy bonita y puse todos mis conocimientos para que se mejoraran en unos aspectos que hasta entonces no se habían abordado.
-Durante estos meses se ha hablado de la posibilidad de que Ángel Gómez pudiera continuar e incluso el consejero ha comentado que le gustaría que su experiencia no se perdiera por causa de la jubilación.
-De momento, no ha sido posible por razones técnicas y jurídicas. La intención del consejero era contar conmigo para que colaborara con él, pero no se ha podido llevar a efecto ese nombramiento que, en un principio, se tenía intención de hacer. Estoy a disposición de la Ciudad Autónoma. Me encuentro bien física y mentalmente, por tanto, si necesitan de mis servicios, aquí estoy, pero si no precisan de mis servicios, me voy a mi casa.