Lo que está pasando en la ciudad no tiene nombre, le dan bandera azul a la playa del Chorrillo y La Rivera y los políticos de turno en vez de esconderlas y darles vergüenza, cogen y se hacen la foto de rigor y se quedan tan panchos. Mientras esto ocurre las playas están en un estado pésimo. Y por si fuese poco, se gastan millones de euros en echarles una arena que da asco. Lo de la arena está claro, se mire por donde se mire, es para llevar a los responsables al juzgado y que paguen por ello, pero aquí no pasa nada, da lo mismo todo. El gobierno pasa de todo y la oposición, si es que se le puede llamar oposición, mira para otro lado o hace el paripé al que ya nos tienen acostumbrados.
Si hablamos de protección animal es más de lo mismo, el ayuntamiento se aprovecha de la buena voluntad de los voluntarios para que le saquen las “castañas del fuego” y sean ellos mismos los que tengan que rescatar a perros, gatos... que se encuentran en las calles, montes... Animales que han sido abandonados y es responsabilidad ineludible del ayuntamiento.
Hay asociaciones animalistas que aún no han cobrado la mísera y ridícula subvención que el ayuntamiento les concede anualmente para que les hagan el trabajo que le corresponde a ellos. Trabajo que le cuesta a las asociaciones y voluntarios el dinero y el tiempo, pues como comentaba, con lo que el ayuntamiento les da, no les llega ni para cubrir los gatos de dos o tres meses del año. Ni que decir de las muchas personas que de forma anónima ayudan con su tiempo y dinero a los gatos que viven en la calle y a los perros que abandonan. El ayuntamiento, de una forma que deja mucho que desear, ha vuelto con la campaña de Captura, Esterilización y Retorno (CER) de los gatos que viven en las calles. Es la única forma que hay de controlar la superpoblación gatuna. Superpoblación que se ha formado como consecuencia de la gran dejadez de años y años de las administraciones. Algo es algo, pero no estamos hablando de objetos, estamos hablando de seres vivos que sienten, por lo tanto, la obligación es hacer todo lo que corresponda. Por cierto, que hay que ser retorcidos para no incluir que les inoculen a los gatos que son esterilizados la vacuna de la Rinotraqueitis, sabiendo que es una enfermedad endémica y que son bastantes los gatos que mueren al año como consecuencia de ella. Cuando era la Fundación Brigitte Bardot la que se encargaba de pagar las esterilizaciones de los gatos de las calles de Ceuta, la Fundación sí que pagaba que le pusiesen la vacuna de la Rinotraqueitis. Y toda una Ciudad Autónoma, con un presupuesto multimillonario anual, pasa de ponerle una vacuna tan importante y necesaria para la salud de los gatos, pero luego tira el dinero en cualquier gilipollez que no sirve para nada. Para terminar, comentar que dice mucho y malo de Ceuta leer en los medios de comunicación que una pavana tiene que morir agonizando atrapada en una red de un campo de futbol porque ni los bomberos, ni ningún otro estamento oficial, pueden hacer nada para remediarlo.