Hay trabajos en los que la palabra dignidad cobra un sentido especial. Trabajos ejercidos por profesionales encargados de practicar las autopsias judiciales y que se topan con unas instalaciones que no reúnen las condiciones debidas. De ellos dependen la realización de los informes forenses, frente a ellos se presentan los cadáveres en torno a cuyos fallecimientos hay que arrojar luz. La profesionalidad de quienes integran este cuerpo médico supera un tortuoso camino que debería causar vergüenza entre quienes tienen la competencia de mantener la sala de autopsias como se merece.
A la infraestructura propia de las instalaciones, que arrastran años de deficiencias, se suma una falta de mantenimiento reflejada, por ejemplo, en duchas que supuestamente deben ser usadas por los médicos forenses cuando terminan de hacer las autopsias pero que, dado su estado, ni se emplean. La consecuencia directa de esto es que los propios profesionales terminan haciéndolo en sus casas, con todo lo que ello conlleva. Una autopsia podría equipararse sobre el papel a cualquier intervención sanitaria, una sala de autopsias a un quirófano... sería impensable extrapolar esta ristra de situaciones que sufren los forenses a cualquier centro hospitalario. ¿Se imaginan un cirujano operando de esta manera y regresando a su hogar para poder asearse ‘arrastrando’ los residuos de su trabajo?
No solo se trata de duchas en mal estado. La lista puede continuar en inodoros sucios, infraestructura deficiente, falta de cumplimiento del servicio de limpieza y de mantenimiento lo que lleva a la acumulación de residuos... Y no es que todo esto no se sepa. Lo más grave es que los médicos forenses han dado parte de manera continuada a los respectivos jueces de guardia para detallarles de manera pormenorizada las situaciones a las que se enfrentan. Los jueces han elevado esta situación a la Gerencia de Justicia, que es conocedora de todo como también lo es la Consejería de Sanidad, responsable de la limpieza y mantenimiento de la sala, puesto que las instalaciones todavía no han sido cedidas al Ministerio.
Hace un año que ambas administraciones llevan arrojándose la pelota sobre qué hacer con una sala de autopsias que iba a terminar ubicándose en el Hospital Universitario, saben y conocen perfectamente lo que sucede pero, incongruentemente, no actúan con la urgencia debida. Es tal la dejadez existente que los que sufren en sus carnes esta falta de determinación son los propios forenses, cuya profesionalidad suple una situación laboral tercermundista.
Una profesión clave
Los informes de las autopsias son determinantes. Los informes elaborados tras las autopsias judiciales son determinantes en cualquier caso en el que haya habido una muerte no natural. Los médicos forenses son los encargados de un trabajo en el que su profesionalidad supera una situación deficitaria, conocida por todos los que tienen responsabilidad, pero no resuelta. Una profesionalidad marcada por la relevancia y trascendencia de su trabajo y por el respeto a unos familiares del fallecido y a él mismo. Esto hace que todos los integrantes de este cuerpo médico se entreguen al máximo en un trabajo que, sin embargo, no cuenta con la respuesta inmediata merecida para que puedan laborar con la dignidad debida. Que dispongan de unas instalaciones adecuadas no es un lujo, es una obligación de los servicios competentes que tienen que garantizar que este servicio esencial para la ciudad se realice en una condición adecuada.
Una actuación urgente
Detrás de muchos de los casos mediáticos que copan el día a día informativo asoman muertes violentas que requieren la realización de una autopsia judicial. Los trabajos se llevan a cabo al nivel profesional requerido porque son los propios forenses los que, en silencio, sortean unas dificultades impropias. La dispensa de medios necesarios para que se garantice la práctica adecuada de las autopsias es una obligación de las administraciones que adolecen de la actuación urgente debida.
Entiendo esta denuncia pública y también las fotos aportadas, si así están los baños cómo estará la sala donde estos profesionales deben realizar su trabajo. Qué pena de mi pueblo......
Y pregunto yo.
En estas instalaciones habra un responsable?
O solo es cosa de un consejero?
Seguro que hay gente cobrando que no hace su trabajo.
Es una vergüenza la situación mortuaria en Ceuta tan por la administración local como la estatal, la local:situación de los cementerios, el tanatorio, etc...., la estatal:no tiene un instituto de medicina forense como en el resto de las comunidades, donde los profesionales puedan realizar su trabajo, falta de cámaras frigoríficas no da tiempo ni si quiera intentar identificar los cadáveres, et.... Ambas administración tienen....... Al de final estamos en África,es una.....
Es vergonzoso. Pero lo es aún más, porque a la vista de las fotos, la gran mayoría de problemas de los que hablan, se reducen a una buena limpieza y desinfección. Elementos oxidados por alguna salida de agua posiblemente. Utilicen un estropajo "nanas" mojado sólo con poco agua, y verán el estado en que quedan, todos los elementos incluso tuberías...."niquelados", y nunca mejor dicho.
Pero de todas formas
....Vergonzoso . Un apunte a la Consejeria de Sanidad
Sala de autopsia, cementerio y tanatorio= dejadez, ineptitud e incompetencia.
"VERGONZOSO"