La Gerencia Territorial de Andalucía en Sevilla —dependiente del Ministerio de Justicia— ha contestado al Defensor del Pueblo que mantiene la apertura de los calabozos del Palacio de Justicia de Ceuta, toda vez se han realizado importantes reformas en estas instalaciones.
Así lo recoge el informe anual que la institución elabora en su condición de Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas y Degradantes (MNP), correspondiente al año 2021.
El pasado año se visitaron 72 lugares de privación de libertad, de corta (calabozos), media (centros de extranjeros) y larga duración (prisiones, centros de menores y sanitarios) en 14 comunidades autónomas y 24 provincias. Además, se realizaron 7 actuaciones no presenciales.
En el seguimiento y respuesta de las resoluciones formuladas durante el año 2020, el Defensor del Pueblo menciona expresamente este caso en Ceuta pero, además, cifra las plazas de las que dispone la ciudad autónoma en centros de estancia de tipo sanitario de corta duración. La figura que representa Ángel Gabilondo enumera ocho plazas y un total de 15 ingresos.
Se debe tener en cuenta que los datos sobre centros sanitarios que ofrecen las autonomías representan el número total de ingresos habidos y que una misma persona puede haber estado ingresada en más de una ocasión en varios sitios o en el mismo.
El programa del Mecanismo Nacional de Prevención tiene como objetivo la comprobación del trato otorgado a las mujeres y al colectivo LGTBI, en los lugares de privación de libertad, a fin de detectar su discriminación y prevenirla.
Dentro del programa de prevención de suicidios en centros penitenciarios, el Defensor del Pueblo recuerda la recomendación, con motivo de una visita a Ceuta, sobre la incorporación de la perspectiva de género en el protocolo.
La alta institución comprobó que en todos los centros visitados se aplica un mismo protocolo de prevención de suicidios, sin atender las especificidades de mujeres y hombres ––solo se recoge la preocupación por algunos datos como el hecho de tener hijos, o ascendientes o descendientes a cargo–.
El Defensor del Pueblo valoró muy positivamente la sensibilidad, conocimiento, determinación y planificación de medidas necesarias del nuevo equipo directivo y técnico del Centro Penitenciario de Mendizábal para seguir avanzando en la eliminación de las discriminaciones basadas en el sexo que se daban en el momento de la visita, incorporando la perspectiva de género para fomentar la igualdad entre mujeres y hombres.
Sobre la inadecuada separación interior de las mujeres, el recordatorio fue desfavorable, como recogen las conclusiones de la visita a la cárcel ceutí. "El limitado número de recursos humanos con que se cuenta y el reducido número de mujeres reclusas en algunos centros (como el de Ceuta) impide poder mantener abiertos varios departamentos para albergar menos de 10 mujeres en cada uno de los mismos. Si bien, esta carencia se está paliando a través de la constitución de departamentos mixtos en estos centros, terapéuticos o no", argumentó el Centro Penitenciario
Para la delegación del Defensor, "la falta de recursos humanos femeninos y el reducido número de mujeres reclusas no resulta, a criterio del MNP, excusa aceptable para el tratamiento discriminatorio".
La prisión aceptó otra resolución de la institución relativa a que, por la falta de personal femenino, las mujeres nunca obtienen plaza en el centro de inserción social.
El equipo de Gabilondo sugiere facilitar que las mujeres del Centro Penitenciario de Ceuta, o vinculadas con esta ciudad autónoma que se encuentren en otros centros penitenciarios, puedan disponer de plazas en el Centro de Inserción Social en idénticas condiciones que los hombres.
En el momento de la apertura del nuevo centro penitenciario de Ceuta, la dirección del centro no estimó procedente que residieran las mujeres en el Centro de Inserción Social (CIS), debido a la falta de personal de vigilancia femenino que asignar a tal dependencia y por motivos de seguridad. Desde febrero del pasado año 2020 la actual Dirección ha tratado de solventar tal disfunción, logrando articular medidas para que en ningún caso constituya un obstáculo a la progresión a tercer grado de las mujeres el hecho de no contar con plazas para ellas en el CIS.
El Centro Penitenciario de Ceuta carece de módulo de madres, según recogen las conclusiones de informe que hace referencia a esta visita, de modo que el Defensor pide garantizar que estas mujeres privadas de libertad dispongan de instalaciones adecuadas para el cumplimiento de su condena con sus hijos menores de tres años o facilitar opciones que no vulneren los derechos de estas madres.
Un requerimiento que fue rechazado por propio centro. No obstante, con la finalidad de facilitarles opciones que eviten su desarraigo socio familiar y separación de los menores, se viene trabajando en los siguientes ámbitos: pisos tutelados; videollamadas; régimen abierto en su modalidad de art. 86.4 TL; 4) posibilidad de conceder permisos extraordinarios, respondiendo a un fin humanitario, al efecto de calmar la ansiedad que origina la existencia de graves acontecimientos familiares.
Asimismo, reclama una reorganización de los turnos de personal para contar siempre con una funcionaria mujer en el módulo de ingresos, de forma que se garantice que cuando ingresan mujeres sean atendidas por una funcionaria y haya en este módulo plazas para las mujeres.
Por otra parte, recomienda facilitar a las internas a su ingreso en el centro documentación informativa que incorpore perspectiva de género y lenguaje inclusivo.
La institución comparte esta recomendación y se han dado ya indicaciones al respecto a todos los centros penitenciarios. No obstante, siendo una tarea extensa que afecta a todos los ámbitos de actuación y que requiere en algunos casos de la modificación de aplicativos informáticos, su abordaje se realizará de forma paulatina. El centro penitenciario de Ceuta ya ha realizado la adaptación de toda la documentación de ingreso a un lenguaje inclusivo.
Por falta de personal, no hay plazas en la enfermería para las mujeres. El Defensor sugiere habilitar plazas para ella en el centro penitenciario de Ceuta, para que reciban atención sanitaria en igualdad de condiciones que los hombres.
"Se ha habilitado un ala para mujeres que cuenta con siete celdas -cinco de ellas tienen cuatro plazas cada una, y las dos restantes son dobles. Si por criterio médico las internas deben ser ingresadas en la enfermería, el servicio se planifica de tal forma que -además del funcionario de vigilancia-, se cuente con una funcionaria que se encargará de aquellos cometidos, funciones o tareas que puedan afectar a la intimidad y/o dignidad de las internas, como pueden ser los cacheos por palpación, cacheos integrales, recuentos, etcétera", exponen desde Mendizábal, que ha aceptado la propuesta.
Se estima que entorno al 60% de las mujeres internas en el centro han sufrido violencia de género. Se acepta solo parcialmente la recomendación de incorporar la evaluación de la historia de la violencia de género en los distintos protocolos y entrevistas semiestructuradas de recogida de información sistemática, pues esa Administración excluye el ámbito sanitario. Sin embargo, se constata en las visitas que todavía y pese a lo informado por esa Administración no se está llevando a cabo la recogida sistemática de dicha información en ningún ámbito.
Por otra parte, demanda facilitar a las mujeres el acceso a todos los talleres formativos y destinos, en condiciones de igualdad con los hombres en cuanto al acceso y la remuneración, una resolución aceptada por la Administración penitenciaria.
Así, a febrero 2021, la ocupación femenina es de diez internas trabajando, cuya distribución era la siguiente: una en el economato; tres en cocina (nunca antes las internas habían accedido a este destino en el centro); una subalterna; cuatro en limpieza y una en reparto de racionados; lo que representa el 76.92 por ciento de la población reclusa femenina total (hay 13 mujeres internas en el centro penitenciario, 10 de las cuales tienen un trabajo remunerado).
Por el contrario, la población interna masculina trabajando representa el 23,08 por ciento, del total de 263 internos. Igualmente, debe subrayarse que la dirección dio instrucciones en 2020 para que las internas tuvieran acceso a todos los talleres, y no sólo a algunos, por lo que al día de la fecha no existe en este Centro ningún taller productivo que esté vetado para ellas. Sobre la formación para el empleo, la población interna femenina ha sido considerada para todas y cada una de las acciones formativas que se han realizado el año pasado, así como las que se vienen realizando en el presente 2021.
El Defensor del Pueblo también ha solicitado la adopción de medidas sobre las siguientes cuestiones: el centro no cuenta con celdas acondicionadas para régimen cerrado, ni para el aislamiento provisional; no constan registros en los que pueda acreditarse formación relacionada con violencia de género y trata de seres humanos impartida a los funcionarios; las mujeres no pueden acceder al programa de intervención de drogodepencias, solo al plan de deshabituación tabáquica; y, por último, las mujeres no tienen acceso al Programa de Atención Integral a Enfermos Mentales.
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