El denominado Defensor del Pueblo aparece en nuestra actual Constitución sin haber tenido la raigambre necesaria en nuestro ordenamiento jurídico, aunque muchos crean que es la prolongación en el tiempo del “Justicia de Aragón”. Es en Suecia, de ahí su nombre “ombudsman”, donde sí ha calado, teniendo su raíz en su Constitución de 1809, para controlar la Administración Pública y dar una rápida respuesta a las quejas de los ciudadanos ante sus abusos.
La Constitución Española lo integra en el Título I “De los derechos y deberes de los ciudadanos”, lo que le instrumenta para una función superior a la de la mera supervisión de la Administración Pública, “como alto comisionado de las Cortes Generales designado por estas para la defensa de los derechos comprendidos en este Título a cuyo efecto podrá supervisar la actividad de la Administración, dando cuenta a las Cortes Generales”.
Dado que las Cortes son una correa de transmisión de los partidos políticos, esa labor, que puede tener una cierta publicidad acompañada de un cierto grado de fanfarria, se me antoja completamente vana. De hecho yo nunca he creído en esa institución. Desde su implantación en nuestra Constitución, no he encontrado, por mucho que lo he buscado, algún acto que este Defensor hubiera realizado digno de encomio.
Las Comunidades Autónomas sin embargo enseguida lo han implantado como otro medio más de ocupar al personal que les aplaude, así “el Justicia de Aragón”, o el “Síndic de Greuges” en Cataluña y los homónimos en el resto de Comunidades son órganos políticos y el único valor que pueden presentar a los ciudadanos es el de los razonamientos que exponen para intentar defender a los ciudadano que a ellos acuden.
Ya sabemos que la envidia es el pecado nacional. El Maniquí dentro de su partido no tiene a nadie que le haga sombra. Los pocos barones regionales se arrugan con solo pensar que “Su Inutilidad” quisiera cambiar el candidato de alguna “baronía”, aunque como a la tal Susana Díaz, que posteriormente nombró senadora, (¡si los romanos levantaran la cabeza!), después vendría la sinecura que tampoco está nada mal, (a los de Podemos defenestrados los contratan para llevar el botijo en los ministerios, o previsiblemente acunar a los hijos de la Jefa)”
Ante las elecciones a la Comunidad de Madrid, el Maniquí, que no había encontrado a en el seno de su partido, ni entre los aduladores que permanentemente le siguen, a nadie capaz de enfrentarse a Isabel Díaz Ayuso, no se le ocurrió otra “ideíca” que presentar a ese mozalbete de Gabilondo, que anteriormente harto ya de la política como lucha por el poder, le había manifestado su ansia y vehemente deseo de ser nombrado Defensor del Pueblo y descansar en esa poltrona. Pero la candidata del Partido Popular y magnífica gestora en los dos años que ejerció como Presidente de la Comunidad, había ganado todas las batallas y sorteado todas las trampas que el tal Sánchez le había puesto, por lo que una refriega más y ante candidato tan endeble tuvo como resultado, un vez más, una cómoda victoria que la posibilitará presidir durante los dos años restantes de mandato y haberse granjeado el afecto de la mayoría de los madrileños. Don Ángel, en la refriega, el amigo Gabilondo, ha usado de malas artes, lo que ha llevado a Ayuso a espetarle sabiendo las ansias de jubilación del angelito que “Si de mi depende no será Defensor del Pueblo”, lo que ha debido de causarle al ex ministro una depresión de caballo.
Tanto es el llorar de Don Ángel que las lágrimas han llegado hasta la Moncloa. Hay que tener en cuenta que el Defensor del Pueblo asienta sus posaderas en un edificio magnífico, el Palacio de los Marqueses de Bermejillo del Rey, cercano a la Castellana, y tiene tratamiento de Excelentísimo, coche oficial incluido y mandato de cinco años, y reelegible, sin ninguna competencia ejecutiva, y está compuesto por múltiples y múltiples de asesores, que saben que su trabajo no sirve absolutamente para nada.
La prueba es que el actual Defensor en funciones (2017-2021) es Francisco Fernández Marugán, un antiguo funcionario (Técnico de Administración Civil), que dejó la Administración corriente por la de alto voltaje al integrarse en el PSOE de la mano de Alfonso Guerra, el que se iba a oponer al estatuto de Cataluña, mientras tomaba unos cafelitos con la familia, ni antes con Alfonso, ni ahora sin él , como Defensor del Pueblo en funciones , se ha sabido nada sobre su excelentísima función, habiendo podido impugnar los estados de Alarma impuestos por el inútil del Presidente y ahora declarados inconstitucionales gracias únicamente a los recursos de VOX.
Lo último sabido de esta prenda defensor de los derechos y libertades de los ciudadanos ha sido la contestación a una denuncia presentada por la Asamblea para una Escuela Bilingüe. En dicha denuncia se constataba con datos, la discriminación del español en Cataluña, en ámbitos como las bibliotecas, por la escasez de libros en español, o los premios literarios que organizan las Administraciones Públicas y que prácticamente en su totalidad son en catalán.
La AEB presentó dos informes, uno sobre los premios literarios siete de cada diez premios auspiciados por los consistorios vetaban el español en las bases y solo uno, el de Bossots (Valle de Arán), pide la presentación de las obras en español. El otro informe , sobre los libros comprados por la bibliotecas públicas, menos de tres cada diez son en castellano y de cien, noventa y seis hacen referencia a historia o política de Cataluña y solo cuatro a España.. El Defensor del Pueblo Fdez. Marugán dijo que no le corresponde pronunciarse sobre los informes que la Asamblea para una Escuela Bilingüe le presentó hace unos meses.
Dado que las Cortes son una correa de transmisión de los partidos políticos, esa labor, que puede tener una cierta publicidad acompañada de un cierto grado de fanfarria, se me antoja completamente vana. De hecho yo nunca he creído en esa institución. Desde su implantación en nuestra Constitución, no he encontrado, por mucho que lo he buscado, algún acto que este Defensor hubiera realizado digno de encomio”
Señala Marugán en su respuesta que la misión de la institución “se circunscribe a la garantía de los derechos y libertades reconocidos en el Título I de la CE, a cuyo fin puede supervisar la actuación de la Administración en relación con los ciudadanos”, derivándose de ello que” la posible intervención de esta institución se fundamenta no en estudios, informes o dictámenes como los que les han remitido, sino en actuaciones concretas de la Administración respecto del ciudadano o ciudadanos que presenten su queja y en tanto en cuanto tales actuaciones afecten a esos derechos y libertades”.
Considera Fernández que las autoridades catalanas disponen “de un amplio margen de discrecionalidad no supervisable por esta institución, en tanto que integrante de la acción política de las mismas”, cercenando una vez más los derechos de los hablantes y escribientes en español. Con un buen sueldo público el DP, muchos asesores, y ninguna responsabilidad, duerme, y no sirve para nada. Seguramente cuando Isabel le dijo a Gabilondo que si de ella dependiera no le nombraría Defensor del Pueblo, le estaba deseando lo mejor, porque para escribir tontería tras imbecilidad, mejor se queda en su casa.
Casado, con las pocas luces que le caracterizan, junto con el “expulsador” bucal de huesos de aceituna, no ha pensado así y para entorpecer el camino del liderazgo que en la derecha Isabel Díaz Ayuso tiene merecido, quiere ponerle la proa, como ha hecho Sánchez, con lo que ya tenemos dos inútiles enzarzados en ver cuál de los dos hace más daño a Isabel, uno por la izquierda y otro por la derecha.
Ya sabemos que la envidia es el pecado nacional. El Maniquí dentro de su partido no tiene a nadie que le haga sombra. Los pocos barones regionales se arrugan con solo pensar que “Su Inutilidad” quisiera cambiar el candidato de alguna “baronía”, aunque como a la tal Susana Díaz, que posteriormente nombró senadora, (¡si los romanos levantaran la cabeza!), después vendría la sinecura que tampoco está nada mal, (a los de Podemos defenestrados los contratan para llevar el botijo en los ministerios, o previsiblemente acunar a los hijos de la Jefa).
Sánchez ha criticado a Isabel Díaz por voz propia en Senegal, por la interpuesta de Franco, ex delegado del gobierno en Madrid y ahora sesteando en lo que no sabe, el negociado deportivo, por el gran peluca Ximo Puig a costa de la armonización fiscal, (todavía no había dicho nada del sexo anal, pobre hombre), por el “alegre“ Salvador Illa, antes de llorar perpetuamente, e incluso por el gran timonel del comunismo Rodríguez Zapatero, el de “Ábrete sésamo” ante una mina de oro: ”Ayuso banaliza el mal”, menuda frase para no saber escribir.
Ahora con una previsión de los presupuestos con una partida para Cataluña diez veces mayor que para Madrid, que recibirá un 8% menos que en el ejercicio anterior si todo queda como está, Ayuso se queja de que quieren asfixiar a Madrid, entonces la acusan de victimismo y de fomentar el nacionalismo madrileño.
Pero los dirigentes de su partido, que les deben el haber resurgido tras las elecciones madrileñas y la posibilidad de un triunfo en las próximas generales junto a VOX, en lugar de apoyar a esta mujer de extraordinaria valía y haber impedido el nombramiento de Ángel Gabilondo como defensor del pueblo, aunque hubiera sido por una brizna de agradecimiento no solo apoyan al PSOE del indigno Sánchez en sus pactos extrajudiciales sino que apoyan al derrotado opositor de Isabel para la tumbona del Defensor del Pueblo.
La política es dura, sobre todo cuando se huele la derrota, pero cuando una sola persona lleva al partido a lo más alto y como recompensa no existe un soplo de agradecimiento, es que estamos ante un partido de inmorales que no conocen lo que es el mérito, la ética, la moral, la gallardía, el civismo y la valentía. En suma un partido cobarde que no merece el gobierno de una nación y menos de la nuestra.
La presidente de la Comunidad de Madrid, ha dicho por activa y por pasiva que solo aspira a presidir esa Comunidad, para que al inútil presidente de su partido (que no líder) el tal Casado , se sienta tranquilo a la mesa, para que no haya dudas, pero éste insiste en entorpecer, o impedir el nombramiento de Isabel como presidente del partido popular de Madrid, a imagen de lo que ocurre en toda las CC.AA, ¡ah! pero esta tiene que ser distinta porque es la que integra la capitalidad, soberana imbecilidad, como todo lo que está produciendo el PP nacional. Casado, en vez de ser verdadera oposición a la desgracia de presidente del gobierno que tenemos, se dedica a entorpecer la labor de su mejor alfil. La verdadera defensora de la derecha.
Pero en sus propias filas se proyecta un tremendo seísmo, por la extrema inutilidad de Casado, el segundo Rajoy. Almeida es el delfín que prefiere Casado. El PP en Madrid, tiene tentaciones suicidas al tener como único empeño que Casado, este inútil, empitone a Ayuso, una vez más.
¿Alguien cree que Casado es una verdadera alternativa capaz de anular todos los entuertos ideados desde Zapatero hasta hoy, desde el primer día de su toma de posesión? ¿Han oído ustedes a Casado decir que, si llega a la Presidencia va abolir todas las leyes LGTBI, o las de democracia prehistórica, o todas las concesiones hechas a terroristas y filo terroristas, vascos y catalanes, o a derogar las ley de Educación en la que el mérito es el suspenso, o, que el español será la lengua de todos los españoles como dice la CE? Cuanto quisiera estar equivocado, como casi siempre en mi vida, pero esta vez presumo que aunque siga sin tocarme la lotería, no estaré equivocado. Por favor, por una sola vez deje de ser un necio, deje paso a Isabel, nos la merecemos.