De vuelta a Hadú

La Ciudad confirma en una rueda de prensa extraordinaria que tiene que cerrar de inmediato ‘La Esperanza’. Ante las nulas opciones habidas, los MENA estarán en el albergue hasta verano de 2013 Parece la historia de nunca acabar. La historia en la que ayer se escribió, tras amarrar el visto bueno de todas las partes, el capítulo final. Los MENA irán la semana que viene al albergue de Hadú, toda vez que la Ciudad debe cerrar de inmediato el centro de ‘La Esperanza’ presionada por las últimas advertencias de la Fiscalía, las más recientes del Defensor del Pueblo y las de los propios servicios técnicos del Área de Menores, tal y como adelantó ‘El Faro’ esta misma semana.

Antes de que, a las doce del mediodía, el trío formado por el portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez, la consejera responsable de Menores, Adela Nieto, y la jefa del Área, Toñi Palomo, comparecieran de forma oficial, la consejera de Presidencia, Yolanda Bel, había hecho llamar a los presidentes de las distintas barriadas cercanas al albergue para pedirles apoyo. También lo había hecho con los portavoces de los partidos políticos, cual asunto de Estado. Ya por la tarde la propia Nieto hablaría con los trabajadores del Área de Menores. El traslado al albergue era la única posibilidad que quedaba. O al menos así lo dijo el propio Martínez tras que se buscaran distintos alojamientos para, con la urgencia advertida por la Fiscalía, cerrar de inmediato el centro del Hacho.
“Se han buscado distintas posibilidades”, recordó Martínez. Habló de dependencias municipales, del antiguo hospital de la Cruz Roja, de dependencias de la Vicaría e incluso de cuarteles (en concreto se visitó el de La Legión, el ubicado en la Junta de Obras del Puerto y el RAMIX, una de las partes que tiene más cercana a Villajovita). “No ha sido posible porque ninguno de ellos cumplían los requisitos mínimos de calidad”, sentenció el portavoz.
Así que lo único que quedaba era la salida del albergue, a pesar de que hace tan sólo un par de semanas se había desechado esa posibilidad. ¿Qué ha cambiado entonces? El propio Martínez lo dejó claro. Cambiar no ha cambiado nada. El albergue seguirá siendo para el uso social preconcebido, pero lo será dentro de seis meses, el plazo que la propia Ciudad estima como necesario para tener listo el futuro centro de MENA al lado del reformatorio de Punta Blanca.
En defensa de los militares, Martínez destacó su voluntad “manifiesta” a la colaboración, pero se desecharon los ofrecimientos ya que al tratarse de cuarteles en desuso había que invertir mucho dinero para darles un uso digno para los menores. Sobre la balanza, no cuadraban los criterios de rentabilidad e inversión para el uso temporal “escaso” -6 meses- que se le quiere dar.
El anuncio del uso temporal del albergue de Hadú se produce contando con el respaldo de todos, ya que, advirtió Martínez, se ha buscado compatibilizar el dato idóneo a los MENA con el menor efecto que les pueda crear a los vecinos. Vecinos a cuyos representantes -con José Ramos como presidente de la FPAV a la cabeza- había citado previamente Vivas para ‘leerles’ el contenido de esta historia.
“La situación es absolutamente temporal”, insistió en varias ocasiones Martínez. Las mismas que advirtió del compromiso que tiene el Gobierno de construir un centro nuevo y permanente para atender a los MENA en Calamocarro-Benzú, para el que ya hay una partida en los próximos Presupuestos de la Ciudad de un millón de euros.
Precisamente sobre la construcción de dicho centro ya señaló que se está redactando el proyecto, con vistas a que esté terminado en julio de 2013, cumpliéndose así con el plazo dado a los vecinos.
¿Y cuándo serán trasladados los menores? La semana próxima, entre el miércoles y jueves, una vez quede finalizada la acometida eléctrica en el albergue, que es hoy por hoy lo único que queda por solventar.
La responsable política de Menores, Adela Nieto, respaldó las palabras de su colega insistiendo en dos términos: colaboración y responsabilidad. Términos sobre los que el Gobierno ha basado el tratamiento que le ha dado a todo este asunto.
En el futuro centro que se construya irán, además de los MENA, los menores subsaharianos que hasta ahora estaban separados y acogidos en el Mediterráneo (un total de 16). Es una decisión que ya ha alcanzado el Área de Menores, que buscará la fórmula para no mezclar a unos con otros, a sabiendas de que son dos colectivos que, unidos, generan problemas. Dichas fórmulas no han sido explicadas, y forma parte del cometido interno y específico que marcará la propia Área.
Trasladar a los MENA al albergue de manera temporal no supondrá un gasto mayor, ya que la Ciudad no tiene pensado hacer obra alguna en estas instalaciones, entendiendo que su permanencia va a ser temporal. Se va a adquirir mobiliario que luego se reubicará en el futuro centro, y mientras los menores estén en Hadú podrán permanecer en unas condiciones dignas.
De haber seguido ‘La Esperanza’ abierto esto no podría ser. Las condiciones de habitabilidad, empeoradas con las últimas lluvias, hacen insostenible la vida en este centro. Lo pudo conocer in situ el propio presidente de la Ciudad el pasado domingo en una visita extraoficial, y 24 horas antes el Fiscal, que acudió acompañado de un agente de la Benemérita para fotografiar el deplorable estado del centro, informando a las instancias superiores de dicha situación. El representante de la Fiscalía llevaba días queriendo entrar en las instalaciones para conocer in situ el estado de las mismas, como parte de las visitas rutinarias que se llevan a cabo de forma semestral, topándose con una situación de habitabilidad sobre la que advirtieron también los propios técnicos de la Ciudad.
En cuanto a las reacciones políticas conocidas ayer respecto a la decisión adoptada por el PP, tan sólo se ha podido conocer la del PSOE, que vía comunicado, anunciaba que respetaba la decisión de la Ciudad, “siempre que el Gobierno no se olvide que es una medida temporal”.
“Lo primordial de este asunto”, señalaron en nota de prensa, “es darle una solución inmediata a los menores que se encuentran actualmente en el centro de ‘La esperanza’, pero no hay que olvidar la provisionalidad de esta medida. Vamos a darle un voto de confianza al Gobierno sobre lo anunciado a este respecto, pero no vamos a dejar que esta actuación se prorrogue en el tiempo más de lo necesario”. El PSOE, de paso, ha puesto de relieve la “dejadez y la falta de previsión de un Gobierno incapaz e insolvente, que actúa a golpe de sentencia judicial, de forma urgente y mal”.
De Caballas nada se sabe ya que desde hace varias semanas han optado por no hablar con los medios de comunicación debido al malestar que tienen con todos y cada uno de ellos.

Se externalizará la atención que se da a los MENA

Trasladar a los MENA de ‘La Esperanza’ será hasta rentable. Así se desprende del anuncio que hizo ayer la Ciudad al confirmar que se va a externalizar el servicio que se presta a este colectivo buscando "mejorar su gestión" y "flexibilizar su coste". Según Adela Nieto, con esta medida la administración local ahorrará "un millón de euros" anuales en sustituciones, ya que ya no serán funcionarios de la Ciudad los que atiendan a este colectivo sino un servicio externo. Esos 34 funcionarios que hoy por hoy se destinan a ‘La Esperanza’ se repartirán en los demás centros de menores, paliando de esa manera el déficit actual y no viéndose obligados a contratar a personal para sustituciones. El Área de Menores, con 192 trabajadores, es, tras la Policía Local, la segunda con más personal de la Ciudad Autónoma. Este asunto será llevado a pleno para, después, vía concurso público, sea una empresa la que sea adjudicada con este servicio que operaría, se prevé, a finales de año. Dice la Ciudad que el ahorro vendrá derivado ya no sólo del reparto de los funcionarios en otros centros, sino del gasto que tendrá esa empresa que cobrará por menor atendido, con lo cual el desembolso económico estará aún más ajustado. Según Nieto, la Ciudad Autónoma destina "más de dos millones de euros" al año a atender a los MENA que llegan a Ceuta, cuyo número se ha reducido en un 60% durante los últimos meses tras endurecer la Delegación del Gobierno el control del tránsito de niños en la frontera del Tarajal”.

Los vecinos colaboran pero con la seguridad como garantía crucial

No quieren mentiras y apuestan por la solidaridad pero advirtiendo que no será más del tiempo estipulado

Paloma López Cortina / ceuta
Y vuelta la burra al trigo, esta vez ya sin más variaciones que las que se apuntalaron con los vecinos de las barriadas colindantes al albergue en una reunión previa a la rueda de prensa. Todos hablaron claro. “Si no hay más remedio colaboraremos como hemos intentado hacer siempre. A la vista está que se han picado a todas las puertas y finalmente los que nos hemos solidarizado somos nosotros”, explicaban tras la reunión mantenida en la mañana de ayer con la consejera de Presicencia, la responsable de menores y la directora del área. También estuvieron, junto a los representantes de las barriadas cercanas, el presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, José Ramos y el vocal de Seguridad, Juan Moreno. Los vecinos agradecieron su apoyo y destacaron los acuerdos conseguidos, que esperan se mantengan y no se regrese al desencuentro de meses anteriores. “Hay dos cosas muy claras y son que el tiempo es el que se ha dicho: seis meses y si si son siete u ocho a lo sumo lo aceptaremos, pero no más”. Y lo segundo que centró buena parte de la reunión entre ambas partes fue el temor del vecindario a que la inseguridad se adueñe “más aún” de esas barriadas. Piden calma a la ciudadanía y paciencia al ser una situación transitoria, pero también piden que se tomen las medidas de control necesarias para evitar problemas.
“Que no se tiren la pelota unos a otros. Ciudad y Delegación deben coordinarse y evitar que se produzcan incidentes que es el mayor de nuestros temores. En nuestras barriadas hay mucha juventud y queremos evitar de verdad cualquier conflicto, por eso insistimos en este punto y se nos ha dicho que hasta la rehubicación, habrá mucho control”. Los vecinos tienden la mano y van a colaborar pero piden lo mismo por parte de las Administraciones y recuerdan que durante todo el proceso de desencuentros entre la Ciudad y ellos, las barriadas han apostado por la claridad y la transparencia evitando en todo momento posicionarse a nivel político. “Ahora haremos que la estancia en el albergue de los menores sea lo mejor posible y colaboraremos en todo momento pero pedimos que las garantías se cumplan”.