Es época de promesas políticas y es época de que esas promesas estén relacionadas con la palabra recorte. Así que populares y socialistas buscan enganchar al sufrido votante vendiéndoles eso de que, si ellos gobiernan, empezarán a quitar sueldos extra y cargos extra. Rubalcaba se ha lanzado a la piscina con eso de 'un político, un sueldo', haciendo ver que los cargos socialistas solo cobrarán una nómina y no dos, como ocurre, precisamente, en Ceuta. A la propuesta del número 1 socialista ya le ha puesto matices el PSOE ceutí, contando a la prensa eso de que esas movidas no van con ellos. ¿Y del PP? Pues ahí lo tienen, prometiendo una reducción de cargos porque, concluyo, no todos son necesarios. ¿Adoptará esa premisa el PP local? Lo dudo, a tenor de la macrolista con la que el Gobierno local ha sabido rodearse buscando asesorías y directores generales donde han hecho falta boquetes. Pero ahora el PP está pensando más en cómo esconder la crisis del Nicolazo y calmar las aguas turbulentas, que en atender las directrices de un Madrid que hace la política a su manera.
Con el 20-N a la vuelta de la esquina nos lloverán propuestas, mensajes cargados de buenas consignas y promesas de recortes. Es la tónica que se espera de unos políticos que hasta aprovechan la crisis para hacer programa. ¿Será que no lo tenían?