De fondo suena la banda sonora de Desayuno con diamantes, la música de la felicidad. Hay reconocimientos que llegan tarde pero que, por fortuna, el agraciado los recibe como si fueran los mejores de su vida. Porque hacen justicia, porque promueven los más altos valores de la sabiduría y porque sirven de faro para otras personas.
Lo cierto es que David Muñoz Arbona -añada del 75- ha hecho méritos sobrados para recibir un galardón que parecía que se le atragantaba. Y no porque lo deseara sino porque el premiado es un incansable de las artes y la cultura a las que ha entregado su vida por entero. Vive para su vocación.
Proveniente de una familia de fotógrafos con más de 110 años de historia, su abuelo Pepe Arbona, reconocido fotógrafo ceutí -para el que reivindica un pequeño homenaje-, le enseñó el valor de la interculturalidad. De su otro abuelo, Sabino Muñoz Baeza, aprendió a devorar libros como si no existiese un mañana. Su último reto fue la promoción de la Escuela de Artes de Ceuta. Y lo consiguió gracias, como él mismo reconoce, a sus alumnos. Sin embargo, le siguen quedando energías para entregarse a “sus” niños, el motor que le da sentido a su ser como persona y por los que es capaz de mover Roma con Santiago.
A Muñoz Arbona no hay quien le borre la sonrisa de la cara en estos días. Docente e historiador por vocación, la noticia no le pilla por sorpresa pero sí su publicación. El pasado jueves se anunciaba su elección para el Premio de las Artes y la Cultura 2019, un galardón otorgado por el gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta y que reconoce la trayectoria del premiado en el ámbito de la educación y la cultura. Aunque la elección se produjo en marzo, no fue hasta el pasado jueves cuando se ha hizo pública la noticia a través del Boletín Oficial de la Ciudad de Ceuta (BOCCE).
“Es el mayor galardón que me han podido dar”, ha afirmado a los micrófonos de COPE Ceuta. Atiende a todos los medios sin distinción y se molesta en agradecer invidualmente, persona a persona, a todos los que lo felicitan en estos días que no son pocos. Intenta salir del shock en el que ha entrado pero lo cierto es que sigue en una nube de la que tampoco tiene prisa en salir. Quiere y se deja querer.
–Recibir el Premio de las Artes y la Cultura debe ser muy gratificante para un docente.
–Tengo el alma llena por haber recibido este premio por unanimidad del jurado. Me alegro mucho que tras dieciocho ediciones se haya elegido a un docente, porque somos los verdaderos artífices del arte y la cultura. Así que este premio es un trocito de cada profesor de la ciudad de Ceuta.
"Mi abuelo Pepe Arbona, que no tiene ni una plaquita, realizó la fotografía más antigua de Tetuán”
–¿Por qué escogió ser docente cuando podía haber estudiado otra cosa?
–Mi pasión por la docencia, mi amor por el arte y la cultura se la debo a mis abuelos. Lo que siempre me dio mucha fuerza fueron mis abuelos Pepe Arbona y Sabino Muñoz Baeza.
–De casta le viene al galgo.
–Mi abuelo, Pepe Arbona, que no tiene ni una plaquita pequeña en Ceuta, realizó la fotografía más antigua de Tetuán, en el desaparecido Protectorado.
"Estoy totalmente de acuerdo en educar en la diversidad religiosa, cultural, lingüística y sexual”
–¿Qué hubo antes de su llegada a la docencia?
–Estudié en el Colegio San Agustín, de Ceuta, y después hice primero de Derecho por satisfacer a mi padre. Yo quería ser profesor de Historia y del Arte.
–¿Merece la pena la docencia?
–Nuestros mayores logros son los resultados de los alumnos. Nosotros aprendemos de ellos y nos enseñan que todo lo que hacemos, tiene un impacto sobre la sociedad. Los docentes, cuando tenemos pasión por lo que hacemos, trabajamos fuera de nuestro horario laboral.
"Los docentes, cuando tenemos pasión por lo que hacemos, trabajamos fuera de nuestro horario”
–¿Cómo podría combatirse el analfabetismo en Ceuta?
–El analfabetismo se combate con la implicación de las instituciones en el desarrollo de programas que fomenten la lectura, el acceso a la cultura, programas de participación educativa en el entramado de la ciudad. Es importante implicar en esta tarea a las asociaciones vecinales, organizaciones, centros educativos e instituciones. Hay que dar herramientas a la sociedad, desde arriba abajo pero también al revés.
–Es un apasionado de la docencia pero también de la participación educativa.
–Me gusta la participación educativa no solo en el aula sino, también, fuera de ella. Siempre intento organizar actividades y proyectos en los que los alumnos se impliquen. Nunca de forma obligatoria sino voluntaria para que aprendan el valor de aprender.
–¿Cómo consigue avanzar un pueblo en la cultura?
–Creo en el sistema de aprendizaje y servicio. Es decir, los alumnos aprenden y ese nuevo conocimiento se transmite a los familiares, a los amigos. Aprender, aprender, aprender.
–¿Qué distingue a Ceuta en el ámbito de la cultura?
–La cultura de Ceuta tiene una idiosincrasia única. La demografía de Ceuta ha cambiado muchísimo en los últimos tiempos. La mezcla de diferentes pueblos ha hecho de este lugar un espacio muy rico. Somos la ciudad de las diferentes culturas. Considero que somos algo único en Europa y en el mundo.
–¿Cree que hay un aumento de las fobias sociales?
–Desde que hace años decidí vivir mi condición de homosexual de manera pública, jamás he recibido un insulto o he sido discriminado.
–¿Por qué no se reivindica?
–Jamás he ido con una bandera. Siempre he vivido con normalidad mi condición sexual.
–¿Es partidario de la educación en la diversidad sexual desde la escuela pública?
–Soy partidario de educar en la diversidad, es lo fundamental. Estoy totalmente de acuerdo en educar en la diversidad religiosa, cultural, lingüística y, por supuesto, sexual. No quiero que se desvirtúe el mensaje: hace falta educar en diversidad de todo tipo para no caer en estereotipos que tanto daño hacen a los marginados.
Nunca he estado en política institucionalmente. Estuve en el Ministerio como técnico”
–Explíquese.
–Ser homosexual no es ir al Orgullo Gay con plataformas, aunque es una posibilidad. Ser homosexual no es ser como soy yo. Ser homosexual es una cosa tan diversa como el color de ojos. Nadie elige ser homosexual. Se nace. Nadie elige sus características físicas. Homosexual se es.
–Entonces, sí que lo es.
–Siempre de una forma estructurada e impartido por personas especializadas. Cualquier persona no vale para hablar de diversidad.
–Últimamente, se cuestiona la educación de los menores desde la visión de la diversidad.
–Me gustaría pensar que, afortunadamente, son minorías los colectivos que cuestionan la educación desde la diversidad. Al final, los niños nos enseñan mucho a convivir con normalidad.
–¿Cómo valora esta situación en España, en general?
–Afortunadamente, España es uno de los países que más rápidamente ha cambiado en menos tiempo, en este sentido.
–¿Cómo ha sido su vida política?
–Nunca he estado en la política institucionalmente. Estuve en el Ministerio de Educación como técnico porque a León Bendayan Montecatine, a quien le debo mucho, se le ocurrió disponer de mí para hacer de nexo con las necesidades educativas de Ceuta. Después me afilié al Partido Popular porque una amiga me animó.
–Pero fue candidato a senador por Ceuta.
–Un 18 de marzo, a las 21.14 horas de la noche, me llamaron para preguntarme si quería ser candidato al Senado. Acepté porque pensé que si alguien creía en mí sin haber estado nunca en política, y anteriormente había conseguido algunas cosas dentro de mis limitaciones, quizá podría conseguir más cosas para Ceuta desde el Senado.
–Hizo campaña.
–La campaña fueron unos días muy bonitos para mí pero a la vez muy raros. Las elecciones fueron un 28 de abril y el día 29, al día siguiente, estaba con mis alumnos.
"Les debo este premio a mis alumnas y alumnos, a mis padres, a mis hermanos y a mi pareja”
–La designación para el premio y como candidato al Senado coincidieron en el tiempo.
–Para mí fue un shock porque cada cosa se resolvió por vías diferentes y yo no sabía nada. Son casualidades de la vida. Lo que no pasa en veinte años pasa en un segundo.
–Con este galardón se reconoce su labor en el ámbito del impulso de las artes, de la cultura y de la educación.
–Es el mayor galardón que me han podido dar. No creo que a lo largo de mi vida puedan darme otro premio tan bonito como este reconocimiento institucional.
–¿Se siente en la responsabilidad de ser embajador de Ceuta?
–Me siento así pero como un puzzle. No lo hago a través de mi persona sino a través de los niños que han participado en los programas de intercambio educativo y cultural. Los niños son los mejores embajadores de Ceuta.
–¿La cultura puede romper los estereotipos sobre Ceuta?
–Puedo asegurar que nos han pedido perdón y nos han dado las gracias cuando hemos enseñado Ceuta al mundo, cuando hemos dado a conocer la grandeza de esta ciudad y de su cultura.
–¿A quién querría dedicar un premio como este?
–Le debo este premio a mis alumnas y alumnos, porque son menos los chavales. A ellos, principalmente, porque gracias a su acción pudo promoverse la Escuela de Artes de Ceuta, con la recogida de más de 7.000 firmas que avalaban la necesidad de un centro con este tipo de especialidades. Pero también al Aula de Formación Abierta, lo que se suele llamar Aula de Mayores y que, a mí, me gusta llamar “aula de juventud acumulada”. Y sin duda, a mis padres, a mis hermanos y a mi pareja.
–¿Cómo ve el futuro que le queda por delante?
–Sigo en mi Instituto Abyla, muy feliz. Sigo en mi Aula de Formación Abierta. Sigo en la UNED. Y sigo con las instituciones con las que trabajo y colaboro. Tengo 43 años y espero vivir más tiempo.
–Gracias y perdón.
Muñoz Arbona, “el mejor” candidato a senador
El profesor Muñoz Arbona sonríe en todo momento. Parece agitado por la emoción. Cuenta la anécdota pero se muestra prudente. Este antiguo alumno agustino, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Granada y profesor de la UNED en Ceuta fue candidato al Senado en las listas del Partido Popular por la circunscripción de su ciudad natal. Obtuvo 7.852 votos, quedando en cuarta posición. Sin embargo, parece que alguien lo informó sobre el único voto nulo que obtuvo. Un elector creyó oportuno resaltar que David Muñoz Arbona era el candidato ideal al Senado por Ceuta y no dudó en dejarlo claro. Junto al nombre, sentenció: “el mejor”.
La Escuela de Artes y Oficios de Ceuta: una lucha de más de 100 años en olvido de las instituciones
David Muñoz conoce la historia de la Escuela de Artes y Oficios de Ceuta como si fuera si propia vida. Hubo un momento que fue su leit motiv.
Espinosa de los Monteros, primer cronista oficial de la ciudad de Ceuta, recoge en sus escritos una reivindicación de 1910, en la que un colectivo de vecinos promueve la creación de la escuela. Poco tiempo después, gracias a su vinculación castrense, Ceuta consigue que quien desee una formación en artes y oficios pueda hacerlo a través del Patronato Militar. Posteriormente, se crearía una escuela de artes y oficios pero enfocada a las disciplinas más mecánicas. Por último, surge un bachillerato artístico en el Siete Colinas, así como el impulso de alguna formación profesional relacionada con el diseño.
En 2011, después de una conferencia que Muñoz Arbona imparte junto a su hermana, profesora de fotografía en una escuela de artes, en la UNED, se genera la inquietud de que Ceuta disponga de una escuela de artes y oficios. A partir de aquí se generó toda la vorágine que desembocó en la fundación de la actual Escuela de Artes y Oficios de Ceuta.
Muñoz Arbona se puso manos a la obra para diseñar un proyecto de participación educativa para informar que no existía dicha institución en Ceuta.
Se consiguieron casi 8.000 firmas conseguidas como movimiento estudiantil y vecinal que fueron presentadas en su día ante la Delegación del Gobierno. Pero, sin duda, el gran impulso lo dio León Bendayan Montecatine, quien se propone que Ceuta disponga de su propia Escuela de Artes y Oficios.
Gracias a este empuje, tras un proceso administrativo que ponía en marcha el centro educativo de manera experimental, la Escuela de Artes y Oficios de Ceuta consigue nacer.
Finalmente, de manera definitiva, en agosto de 2015 se aprueba la Escuela de Artes y Oficios de Ceuta, todo un hito histórico que necesitó de ciento cinco años de luchas ypeticiones para que las artes tuvieran su lugar entre los ceutíes.
Hoy, la Escuela de Artes es una realidad en Ceuta que siempre estará en deuda con su impulsor, David Muñoz Arbona.