El pájaro Cuco es un hacha, parasitario , insectívoro, camuflante hasta de genes y sobreviviente, a poco, que tenga resuello. La hembra de la especie, reparte sus huevos, en nidos ajenos , disfrazándolos del color de los huevos del otro nido, haciéndole creer a los padres , receptores de su prole , que realmente es suya, presas del engaño, porque sus genes se han mutado, expresamente para ello y una sola de las especies de cucos , que no pone los huevos del mismo color , que sus anfitriones obligados, se salva de la mutación que los igualaría , porque los parasitados no pueden distinguirlos, porque no están dotados para ello.
El Cuco, el pajaro menor de edad, se ha escapado por los entresijos de la justicia, porque un juez de menores ha establecido que ayudó a Miguel Carcaño a deshacerse del cadáver de Marta del Castillo, pero que ni la mató, ni la violó.
El juez de menores, cree firmemente- Dios le perdone, si es que pude, por ello- que el Cuco sabe dónde está el cadáver de Marta, pero que no lo dice, lo cual a mi me lleva a pensar, que no soy jurista togado, que lo mismo “el angelito”, tiene motivos sobrados para ello, como dice Borja Mapelli ,que fue profesor mío de penal y muy bueno , por cierto.
Y es que si se han encontrado- criminalísticamente hablando- sangre suya mezclada con la de Marta y una huella suya , en una botella , impresa , que allí se encontraba, en ese piso maldito donde ocurrió todo, entonces …¿cómo dice el Juez -tan alegremente -que pudo ser del traslado del cadáver y no del asesinato y la huella de otro día y no de ese?.
Como les decía, los pájaros cucos, son muy listos, porque se disfrazan de lo que no son y guiados por su madre, que, tras ponerlos en el nido ajeno, destroza y tira abajo todo lo que puede, ellos mismos, ya nacidos, lo hacen con los polluelos originarios, de derechos de ese nido, obligándolos a volar sin plumas y matándolos, para quedarse con lo que no es suyo, hartándose de la comida robada , haciéndose mayores y fuertes y no mirando jamás atrás, ni sintiendo remordimientos, por lo hecho.
El cuco, pájaro de pocos vuelos, ha sido maldecido por la madre de Marta, a recibir la condena carcelaria, impotente y obligada la mujer, a que le salgan sapos por la boca, harta de pedir justicia y reclamar junto a la foto de su hija, hastiada de no poder llorar, de la rabia acumulada, y vejada, por esta última sentencia, que pone al pájaro a volar, a poco que pase el tiempo.
¿Por qué va a decir nada el Cuco de dónde está Marta dormida?,¿ por qué? si su abogado asegura que no estuvo -ni siquiera- en el piso en que se cometió la fechoría… Pero el juez que lo ha sentenciado ha dicho que sí, que él cree vehementemente, que sí que estuvo, porque lo dice el ADN y ese no engaña, sobre todo el de sangre suya mezclada con la de Marta, pero ya puestos , que se duda de todo y que la mala baba nos acompaña, podría ser sangre de un corte de tirita, amig@s, y el chico cortarse al ir a ayudarla, porque somos muy mal pensados, yo la primera, y hacemos juicios paralelos y todos tenemos a nuestros hijos a buen recaudo y no hay ningún Cuco que nos asuste, por eso no creemos -ni vehementemente ,ni de ninguna de las maneras- que el Cuco estuviera allí , ni que no participara, sobre todo , porque si es así, porqué no dice dónde está Marta, porque por esa misma regla de tres, podría estar en Marbella con un noviete o en Zaragoza o en Parla, pero no, porque él sabe bien donde está y lo que tiene en su ADN , porque ha visto mucho CSI y sabe que con el cuerpo viene la culpabilidad segura, la violación, las muchas pruebas condenatorias y el pudrirse en una celda… ¡Lastima de niña tan bonita!, ¡lástima de tan mala ralea, de pájaros cucos , que se disfrazan , como el lobo de caperucita y se comen a las niñas buenas, que creen que pueden ser princesas de cuento de hadas y acaban en las primera páginas de sucesos, llorando su madre ,su destino, ahogando su llanto, con una almohada!, mientras el pájaro cuco va a otro nido ajeno y destroza y mata.