Cuca Gamarra: "El PP no engañará a Ceuta: no diremos que habrá aduana en enero y sigue cerrada"

La secretaria general del PP a nivel nacional, la riojana Cuca Gamarra (Logroño, 1974), regresó este martes a Ceuta menos de dos meses después de su primera visita, en vísperas de las elecciones que volvió a ganar Vivas en mayo. Lo hizo para dejar claro que, además de por “pasar página” del sanchismo, los de Feijóo están ansiosos por volver a La Moncloa para, entre otras cosas, “trabajar por el desarrollo de esta parte de nuestro país que es tan importante y defender siempre su españolidad”.

Esta es su segunda visita a Ceuta en menos de dos meses, adonde no había viajado nunca hasta el pasado mes de mayo durante la campaña de las municipales. ¿Cómo le explicaría a un paisano suyo riojano cómo es esta ciudad y su importancia para el conjunto de España?

Yo lo que diría a un riojano y a cualquier otro español es que esta es una parte de nuestro país que merece mucho la pena conocer y que es una ciudad autónoma donde la convivencia es la clave de la buena ciudadanía. Merece la pena por eso, pero también porque es preciosa, porque tiene una calidad de servicios públicos impresionante que sorprende, porque está muy bien cuidada y porque una dimensión que permite disfrutar de un patrimonio que impacta.

Hoy [por ayer] es el primer día sin publicación de encuestas. No sé si le inquieta o le alivia no levantarse pendiente del ‘tracking’ diario de cómo van los sondeos.

Los políticos estamos acostumbrados a eso en campaña. A quien habría que preguntarle es a la ciudadanía para que respondan si esto les estresa más de lo habitual. Creo que son cosas a las que a lo mejor les damos más importancia los políticos y los periodistas que el resto de las personas, que tienen las cosas mucho más claras y a las que no les influye tanto como creemos.

"Sánchez ha dedicado más tiempo a garantizarse apoyos que una Sanidad a la altura en Ceuta”

¿Se fía de ellas? ¿Al menos de la tendencia, como dice el presidente de la Ciudad?

Yo me fío de la tendencia y de la que no me fío es de la del CIS. Su credibilidad con Tezanos la ha perdido. Muchas suelen aproximarse bastante, pero a mí me parecen más relevantes las tendencias que los resultados concretos que van marcando. En cualquier caso no hay que confiarse ni pensar que es el resultado final. Son los ciudadanos los que decidirán el domingo hasta las 20.00 horas lo que quieren con su voto, que es el decisivo.

Desde el debate cara a cara entre Feijóo y Sánchez los sondeos les auguran cada vez un mejor resultado. No sé si usted confía realmente en que es posible alcanzar un éxito como el de Madrid o el de Andalucía.

Yo me fío de la encuesta de la calle, de compartir con la gente un café y ver cómo está el ambiente. Cada día las sensaciones mejoran. Se ve esa ola de cambio en el Gobierno de España que yo creo que se va a producir para abrir una nueva etapa. El sanchismo está agotado y que ha colmado la paciencia de los españoles por habernos estado mintiendo sobre cómo iba a gobernar y por primar sus intereses personales para mantenerse en el poder sobre el de los ciudadanos. Ha dedicado más tiempo a garantizarse en cada votación los apoyos suficientes al precio que fuera que a garantizar que la Sanidad en esta ciudad autónoma esté a la altura de lo que los ceutíes merecen.

¿Teme que el ‘patinazo’, si acepta llamarlo así, de Feijóo con la revalorización del PP siempre acorde con el IPC que afirmó y no es cierta les pase factura?

Yo creo que fue una imprecisión. Lo ha explicado y en su explicación rápida ha demostrado la grandísima diferencia que existe entre él y Sánchez, que ha hecho de la mentira su bandera y un instrumento para hacer política. Feijóo cuando es impreciso rectifica y lo explica.

"Hay que ir a votar y agrupar el voto de todos los que queremos pasar página del sanchismo”

Usted dice que “el voto útil lo decidirá todo”, pero todos los partidos apelan a lo mismo...

Sí, pero las elecciones del domingo se desarrollan en un escenario de finalización del sanchismo o la reedición de un ‘gobierno frankenstein’ con un Sánchez más débil y mayor fortaleza de quienes no quieren a España, sino aprovecharse de ella, como Bildu y los independentistas. Primero votar porque convocar los comicios un 23 de julio no ha sido casual, sino para desincentivar la participación. Después agrupar el voto de todos los que queremos pasar página de lo que ha supuesto Sánchez al frente del Gobierno de España entorno al único partido que realmente es alternativa es como haremos que no gane. Si ese voto se divide puede ocurrir que el PSOE sea primera fuerza política en Ceuta, por ejemplo.

Ceuta es una paradigma de las consecuencias de la división del voto de derechas, pero no sé si ustedes apelan también al “voto útil” para no quedar condicionados por Vox.

Sí, porque nosotros queremos proponer a los españoles un Gobierno estable, sólido y solvente con un presidente como Feijóo que es solvente y fiable, que tiene huellas de gestión como el Hospital de Ceuta. Un presidente con su balance de gestión, con cuatro mayorías absolutas en Galicia y que conoce perfectamente esta ciudad, es una garantía para el futuro de Ceuta.

"Queremos devolver a la política el valor de la palabra: el sanchismo se basa en la mentira”

El PP de Ceuta fue uno de los primeros en alcanzar pactos con Vox y el que ha abjurado con más firmeza de repetir. ¿Teme que si prueban acaben siguiendo el mismo camino en otras autonomías o en el Gobierno central?

– Nosotros apelamos a los ciudadanos para que confíen en nosotros, en el PP, como ya lo hicieron en las últimas municipales para volver a elegir a Vivas como presidente de la Ciudad. También a los que están hartos de que las prioridades políticas en España no sean sus problemas, sino los problemas políticos del presidente. A todos ellos les decimos que confíen en nosotros para tener un Gobierno en solitario, fuerte y sólido, dedicado a resolver problemas como la pérdida de poder adquisitivo porque somos más pobres que hace cinco años. Necesitamos un Gobierno sensible que baje el precio de la cesta de la compra bajando el IVA de la carne, el pescado y las conservas, como se ha comprometido a hacer Feijóo en los primeros 100 días. Que también baje el IRPF y lo adapte al poder adquisitivo. Eso es Justicia Social y para eso queremos un Gobierno en una mayoría sólida y suficiente.

“Es viable bajar impuestos”

En campaña es fácil decir que se bajarán los impuestos, pero menos detallar de qué se detraerán gastos por menores ingresos. ¿Cuál es su plan?

– Estamos hablando de dos impuestos dirigidos a lo que debe ser la prioridad de un Gobierno, el bienestar de sus ciudadanos, especialmente de los que tienen más dificultades para llegar a fin de mes. Es perfectamente posible deflactar el IRPF y reducir ese IVA. Es perfectamente posible porque en 2022 el Estado recaudó 40.000 millones más de lo previsto que salieron del bolsillo de las clases medias y las rentas bajas. Hay margen para bajar impuestos y también para adelgazar la estructura del Gobierno que pagamos todos los españoles. Solo con eso, con contener algunos gastos, nuestra propuesta es perfectamente viable.

"Somos un país de personas que piensan y votan distinto, pero capaces de estar de acuerdo en lo importante”

Usted también comenzó en política municipal, donde hay pactos con mucha más naturalidad. ¿Echa algo de menos de aquella etapa?

La política municipal y autonómica es clave para dedicarse a la nacional porque te dan una escala de lo humano y de cercanía a la resolución de los problemas. También de respeto a votante con los compromisos, con decir la verdad siempre, con reconocer las equivocaciones y pedir disculpas... Así se construye un país. Queremos pasar página de la confrontación y los bloqueos constantes porque España son ciudadanos que piensan y votan distinto, pero son capaces de entenderse y estar de acuerdo en lo importante. Queremos buscar marcos de acuerdo, consenso y convivencia como los que los españoles practican con naturalidad en su vida cotidiana y que el sanchismo ha roto para imponer un país de trincheras y bloques que no pueden relacionarse. Los grandes Pactos de Estado son los que nos interesan e importan: sobre el agua, sobre la vivienda...

Usted tomó posesión como primera alcaldesa de Logroño diciendo que quería ser “la alcaldesa de todos”. Con el nivel de confrontación de la política nacional, ¿podría ser Feijóo un presidente de todos, incluso de los sanchistas, que no son pocos?

No tengo ninguna duda de ello. Será un grandísimo presidente de todos si los españoles quieren. En Galicia gobernó para todos con cuatro mayorías absolutas. Yo tomé posesión con una mayoría contundente de 17 concejales sobre 27, pero siempre busqué acuerdos y unanimidades que perduran y significan convivencia. Eso es lo que Juan Vivas practica aquí también. Por eso también apelamos a quienes nunca nos han votado para que lo hagan el domingo.

¿Qué es “derogar el sanchismo”? Han citado cosas que podrían salvarse, como la reforma laboral... ¿Alguna otra? ¿Cuáles de ninguna manera?

El sanchismo es una actitud en el ejercicio de la política que nos quiere llevar a la fractura. Se fundamenta en la mentira para llegar al poder y hacer en cada momento lo que te convenga. Queremos devolver a la política el valor de la palabra. Sánchez nos dijo que nunca pactaría con Bildu y los hemos visto con acercamientos de presos, incluso los más sanguinarios. El sanchismo también son las malas leyes hechas desde lo ideológico o la imposición, como la de Vivienda, que da más protección a los okupas que a los que tienen problemas para acceder a ella. Y la del ‘solo sí es sí’, que no importó que advirtiésemos de las consecuencias que tendría en forma de rebajas de penas a condenados por agresiones sexuales. Las mujeres y los menores, que somos las víctimas, importó menos que Irene Montero y que no se enfadase. Hoy hay 117 agresores sexuales en la calle que deberían seguir en la cárcel o que se hayan reducido penas a 1.155 agresores. También es acabar con el sanchismo que el Código Penal no se entrega a un partido con condenados o huidos para mantener su apoyo parlamentario. Todo esto es lo que queremos cambiar.

"Estamos ante una ciudad con mucho futuro y potencial que necesita respaldo del Gobierno de España”

No me ha dicho nada que no vayan a cambiar, porque la izquierda alerta de que, con Vox, van a desproteger a las mujeres, al colectivo LGTBI...

Eso es una falsedad de máxima gravedad porque el PP, un partido de Estado, ha gobernado y ha demostrado que siempre lo ha hecho protegiendo a las mujeres y luchando contra la violencia de género. Cuando hay mujeres en España protegidas en situación de riesgo para sus vidas hay dirigentes políticos de izquierdas utilizando algo que saben que es falso porque conocen las leyes que nosotros hemos impulsado. Buscan introducir un elemento de miedo en las mujeres en riesgo y con la violencia machista no se juega. El PP ha trabajado y luchado a todos los niveles por su protección con las Fuerzas de Seguridad, la concienciación, la Justicia... Lo vamos a seguir haciendo, también garantizando las libertades de cualquier ciudadano en España piense lo que piense y ame a quien ame. Somos una garantía.

¿Lo van a seguir haciendo tenga el papel que tenga Vox en cada institución?

Por supuesto. Es un compromiso con la sociedad española y son nuestros principios, inquebrantables.

Ceuta tiene una elevada dependencia del Estado a todos los niveles. ¿En qué cambiaría el trato del Gobierno central con la ciudad con ustedes?

Ceuta estaría siempre en la agenda política del presidente del Gobierno de la Nación, que conoce muy bien las especificidades de las ciudades autónomas. Eso es muy importante. También en el tratamiento del REF, que debe ser la columna vertebral de su financiación.

"Vamos a seguir defendiendo a las víctimas de la violencia machista y garantizando derechos”

Su programa, que creo que es el único de los grandes partidos que cita expresamente a Ceuta, apunta que “atenderemos a su condición de única frontera terrestre de la Unión Europea en África, y diseñaremos un nuevo modelo de financiación en atención a sus especificidades”. ¿En qué se traduciría?

Ya es mucho que seamos los únicos que citamos a Ceuta en nuestro programa porque eso significa que el PP tiene muy claro lo que necesita. El resto la han olvidado, incluso al redactar los suyos. Evidentemente no forma parte de su agenda política. Eso marca la diferencia entre nosotros y el resto. La relación con Ceuta tiene un mecanismo clave en Juan Vivas, que tiene mucho peso a nivel nacional. Le oímos y le escuchamos mucho. Conocemos y compartimos la importancia del REF. Desde ahí debemos fortalecer el desarrollo y el crecimiento que necesita esta ciudad, impulsar el empleo como con el juego en línea a través de otro tipo de actividades económicas... Estamos en una ciudad con mucho futuro y potencial que necesita respaldo del Gobierno de España y nosotros se lo daríamos. El PP no va a engañar nunca a Ceuta, no le vamos a decir que se abrirá una aduana en enero para que en julio siga cerrada.

Con Marruecos, “respeto y lealtad mutua entre vecinos”

El Partido Popular quiere, según su secretaria general a nivel nacional, Cuca Gamarra, una relación bilateral sentada en “las bases del respeto mutuo, la vecindad y la lealtad entre vecinos”. ¿Cambiará la política sobre el Sáhara Occidental tras el viraje de Sánchez? Según la política riojana, si Feijóo es el próximo inquilino de La Moncloa “respetaremos lo que tiene que ser el marco de las relaciones”. A su juicio “es importante que Feijóo ya ha dejado claro que su primera visita al extranjero, si es presidente, será a Marruecos, algo que dice mucho de cómo quiere que sean esas relaciones con un país vecino, algo que hay tener muy en cuenta, como la exigencia de reciprocidad y lealtad mutua, que es como se construyen las buenas relaciones entre vecinos”. Sobre la política migratoria que seguiría el PP, para Gamarra debe ser objeto también de un Pacto de Estado. “Hay que recuperar esos acuerdos en las políticas de Estado, como la de Exterior o la de Defensa, las que deben estar habladas, dialogadas y consensuadas, algo que Sánchez rompió durante los últimos cinco años”, reivindica.