El Real de la Feria de Ceuta volverá a guardar esta tarde de lunes 1 de agosto, desde las ocho de la tarde hasta la medianoche, cuatro horas sin ruido en las atracciones, como ya se hizo por primera vez en 2019, con el fin de hacerlas accesibles a niños y mayores con trastornos del espectro autista (TEA) hipersensibles al ruido, determinados tipos de iluminación o grandes tumultos.
A la propuesta se sumarán también muchas casetas del recinto ferial para facilitar a ese mismo colectivo de personas muy sensibles a determinados estímulos que también puedan cenar en el Parque Urbano Juan Carlos I.
El horario elegido busca "abarcar tanto a las personas más sensibles con las luces, que han podido acudir a las atracciones a última hora de la tarde, como a las que más afecta el sonido, que tiene la posibilidad de hacerlo ya caída la noche". Sin duda una iniciativa que busca sensibilizar e incluir a este colectivo en unas fechas tan señaladas como las Fiestas Patronales.
Trastorno del espectro autista (TEA)
Según la Asociación de Autismo de España, el TEA es un “trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral”, que da dificultades en dos áreas principales, “la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento o la conducta”. En España, según los últimos datos de la Asociación, más de 450.000 personas son autistas, habiendo una mayor prevalencia de casos en hombres que en mujeres.
En nuestro país, cada año más de 4.500 bebés nacen con TEA. Los datos de personas con TEA muestran un aumento considerable de diagnósticos. Esto se puede deber al mayor conocimiento que se tiene de este trastorno en la actualidad, lo que implica una mejora en los métodos de detección. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. Es importante que la población esté cada vez más sensibilizada.
Maravilloso, tendrían que aumentar las horas en este sentido, ya que es horroroso y casi insoportable el ruido porque al final es ruido esas músicas con tantas interferencias entre unas y otras, volumen a tanta pastilla que se escucha hasta en el tarajal.
Tenían que llevar un control y un máximo, pobres criaturas los vecinos de las zonas mas cercanas al recinto, que semantista!!!!
Totalmente de acuerdo. O sino poner en los cacharros al menos la misma música es decir la misma animación o canción porque es una locura. Cada cual le da más fuerte para llamar la atención sobre su atracción.