La Fundación Márgenes y Vínculos ha hecho este martes balance del Programa de prevención de la violencia sexual hacia la infancia que lleva desarrollando desde 2018 en Ceuta en la mayoría de los centros educativos de la ciudad, donde se ha encontrado con una falta absoluta de interés por implementarlo en cuatro colegios: los CEIP Lope de Vega y Mare Nostrum y los CC San Daniel y Santa María Micaela.
Francisco Chamizo y Pilar Castro, responsable de su ejecución, han lamentado que la subvención que con cargo al 0,7% del IRPF le concede la Consejería de Asuntos Sociales ha pasado este año de 120.000 a 88.000 euros, por lo que seguirá recibiendo más demanda de colegios e institutos de la que pude atender a pesar de que su objetivo, “dotar de herramientas a los jóvenes para que si se da algún caso de violencia sexual tengan instrumentos para verbalizarlo”, es parte de los contenidos curriculares de la LOMCE y la LOMLOE en Primaria, así como una exigencia de la LOPIVI.
Según los datos del Ministerio del Interior, en 2012 se dieron en la ciudad siete victimizaciones de ese tipo que llegaron a 27 en 2021, 15 sobre menores de 13 años (9 chicos y 6 chicas) y 12 contra adolescentes con entre 14 y 17 (3 varones y 9 féminas).
“No significa que se produzcan más casos, pero sí que hay más denuncias, que se va tomando conciencia del problema social que supone esta lacra social”, ha matizado Chamizo, que ha cifrado en 2.016 el número de “beneficiarios directos” del proyecto el año pasado entre estudiantes, familias y docentes.
El objetivo es "dar herramientas que permitan a los menores detectar si una conducta es afectiva o si detrás puede haber algo un poco más sucio"
“No es un programa de educación sexual ni relacionado con anticonceptivos, sino para dar herramientas que permitan a los menores detectar si una conducta es afectiva o si detrás puede haber algo un poco más sucio para que después tengan la capacidad de verbalizar en familia o los centros educativos porque hay mucho secretismo, manipulación...”, han indicado Chamizo y Castro.
La entidad también ofrece a los centros “material adaptado para niños y niñas con TEA o cualquier otra diversidad funcional, colectivo que tiene más posibilidades de sufrir abusos sexuales porque está más expuesto y tiene más problemas para verbalizar”, pero algunos centros como el CEIP Lope de Vega, con sus antecedentes con un trabajador del Plan de Empleo, “ni siquiera contesta” a las propuestas de implementación que ha recibido, aunque miembros de su AMPA la reclamen.
“Los IES Clara Campoamor y Almina y los CEIP Andrés Manjón, Rosalía de Castro, Juan Carlos I, Reina Sofía, Príncipe Felipe o Ramón y Cajal siempre han apostado por nosotros y también se han adherido los CC San Agustín, La Inmaculada, Beatriz de Silva...”, se han congratulado los portavoces de la fundación, que ofrece seis sesiones en cada centro “en las que se trabajan diferentes temáticas: sobornos, afectos buenos y malos, Internet y redes sociales, videojuegos en línea...”.
“La violencia sexual es algo que está ahí: se puede normalizar y cruzar los dedos para que nos toque o afrontarla”, ha resumido Castro, cuyo equipo ha tenido conocimiento directo durante el último ejercicio de “tres o cuatro casos, sobre todo a través de las pantallas”.
El objetivo es seguir trinkando las subvenciones...
Cuando se destinan a estos fines merece la pena que bien que después sabemos lamentarnos cuando pasa algún caso y últimamente ya llevamos unos cuantos. Los que trincan subvenciones y paguitas juegan en ligas bastante más elitistas...