Agentes de la
Guardia Civil detuvieron este pasado domingo a bordo de
una semirrígida cargada con petacas de gasolina a sus 5 ocupantes. Cuatro son vecinos de Ceuta y uno de La Línea. Además, uno de esos ceutíes presentaba una tarjeta de identificación militar que refleja haber tenido vinculación con el
Ejército de Tierra, de hecho, sigue activo. De este servicio como de otros tantos que han marcado un fin de semana de presión en la desembocadura del Guadalquivir informa el diario El País. Los detenidos fueron sorprendidos solo con petacas
en la narcolancha que ocupaban y se les investiga por un delito de contrabando al ser una embarcación de uso prohibido. A pesar de ello no han desaparecido de la
ruta del Estrecho, lo que sucede es que no llegan a puerto y permanecen en el mar esperando. En muchos de los casos lo hacen para asistir a otras embarcaciones que
trafican con inmigrantes o
droga.
Escasez de medios en la lucha contra el narco
La Guardia Civil busca erradicar su presencia pero la escasez de medios choca con una realidad sangrante: los mayores recursos de los que disponen las pequeñas organizaciones para desestabilizar los controles de vigilancia en el mar y alimentar el
negocio ilegal asociado a ambos delitos. En este caso se pudo lograr la detención de estas cinco personas que tendrán que responder de su relación con una acción delictiva de contrabando. Uno de ellos sufrió lesiones en la persecución que se produjo protagonizada por una unidad del Servicio Marítimo, tal y como confirma el rotativo de tirada nacional. El suceso tuvo lugar cuando la embarcación Río Arlanza de la Benemérita descubrió a la narcolancha a la altura de Chipiona procediendo a su identificación y posterior interceptación con los 5 ocupantes a bordo. En este caso han quedado intervenidas las petacas de gasolina portadas así como la semirrígida.