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Un marroquí reconoce haber facilitado la entrada de un subsahariano a modo de guía, a nado
La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta condenó ayer a un marroquí a 4 años de prisión después de asumir su implicación en el pase de un inmigrante, en octubre del pasado año. El condenado ejerció de ‘motor humano’, una práctica que a finales de los 90 y principios del año 2000 provocó muchas muertes dada su peligrosidad y llevó a que la propia Audiencia reaccionara dictando sentencias de 7 años de prisión para estos pasadores, sentando un precedente. Ayer, 17 años después de aquellas sentencias de la Sala, la Sección VI penó con 4 años de prisión a Munir B., por enfundarse en un traje de neopreno, hacerse con unas aletas y ayudar a entrar a nado a un joven guineano, guiándole como si fuera un motor a modo de propulsión.
La Guardia Civil detectó el pase, de madrugada, en plena bahía sur, deteniendo al pasador quien, además, tenía una sentencia condenatoria previa por hechos similares que cumplió en Algeciras.
De los testimonios tomados por la Benemérita el día de los hechos, se pudo deducir que el inmigrante subsahariano había pagado 4.500 euros por este pase, de los que 800 eran para el ‘motor humano’. Tras aceptar su implicación en los hechos, se conformó con la pena tras un acuerdo entre las partes. En su calificación inicial el Ministerio Fiscal había solicitado una pena de 7 años de prisión, dada la peligrosidad de estos pases, que constituyeron una auténtica sangría para muchos jóvenes sin papeles.