En las últimas semanas se han producido tres graves
agresiones a guardias civiles en acto de servicio. Nadie está libre, ninguna comandancia se salva, tampoco la de Ceuta.
La Asociación Española de la
Guardia Civil -AEGC- reclama al
Gobierno seguridad y se pregunta si la vida de un agente vale menos que la de un diputado, médico o profesor. “En Ibiza fueron dos los agentes atacados con un hacha por un individuo, autor de un delito de violencia de género que había quebrantado la orden de alejamiento. A esta le siguió la
agresión en el Puesto de Chiclana de la Frontera protagonizada por otro ciudadano ya en prisión sin fianza a petición de la fiscalía, que se presentó en el Cuartel y agredió a 8 agentes”, explica la asociación. “Con apenas horas de diferencia se repite el mismo modus operandi esta vez en Puerto Rico, Las Palmas. Otro individuo agrede en el cuartel de la localidad a cuatro agentes. A este último agresor el fiscal, en juicio rápido, solo le ha pedido un año de prisión, petición que a ejerciendo la acusación particular en representación de parte de los guardias civiles ha estimado insuficiente”. “Todas estas agresiones, como todas las que se producen en otros puntos de España, tienen condenas nimias y muchas quedan en multas a las que ni siquiera hacen frente los agresores porque se declaran insolventes. La razón de esta falta de contundencia está en la consideración que se nos da a los miembros de las fuerzas de seguridad, somos agentes de la autoridad y no aUTORIDAD como si lo son diputados, médicos, profesores, jueces o fISCALES, los mismos que han considerado en Las Palmas que la agresión a cuatro agentes se solventa con un año de prisión”, detalla.
Falta de personal y de medios
AEGC lleva años reclamando ante cada agresión que se modifique la consideración que tienen los agentes: “Nuestra vida tiene el mismo valor que la de ellos, negárnoslo es despreciar nuestra seguridad y nuestro trabajo e ignorar el incremento de las agresiones a los miembros de las fuerzas de seguridad: 35 al día, más de 12.000 el año pasado ¿cuántos diputados han sufrido estas misma agresiones?”, expone la entidad. “Ellos sí son autoridad nosotros no. Como tampoco somos para este gobierno y los gobiernos pasados una profesión de riesgo. Más de 12000 agresiones en un año y nuestra profesión no es de riesgo como si lo es, por ejemplo, la de bombero. Otro agravio más para unos profesionales que han elegido pertenecer a las FCSE por su vocación de servicio público”, denuncia. A la falta de seguridad de las instalaciones la asociación suma la de personal. Además de más seguridad en los puestos y más personal, desde AEGC reclaman más formación y medios acordes para poder reducir a los agresores de manera proporcional.