Cuando la verdad se hace incómoda

Como opción A, dicen los monoteístas, que apartados de Dios nada tiene sentido (claro, se debe entender que sentido divino). Pero hay una opción B, la de la Naturaleza con las modificaciones introducidas por la mano del hombre en la que ahí sí que todo tiene sentido, aunque salpicado de luces y sombras, y que es nuestra única y evidente realidad. Y ocurre porque es el hombre quien da sentido a las cosas y quien a la vez construye su propia esencia y perfecciona, o no, sus atributos, y así nos persigue y, a veces, nos angustia la duda; pero las dudas se disuelven aplicando una cualidad adquirida y exclusiva de los humanos (de su naturaleza) que es la RACIONALIDAD; racionalidad que es un instrumento mental que se sustenta en un mecanismo que hemos llamado LÓGICA, construido como el elemento de ayuda para llegar a conclusiones que nos disipen las dudas y nos conduzcan a lo que llamamos VERDAD.

Es la verdad ese concepto transcendente y universal, sintetizador, contundente y positivo, un constructo ideal, que se verbaliza en cualquier lenguaje, aunque de difícil interpretación, escurridiza, codiciada y que exige intencionalidad, que nos ilumina en las decisiones para hacerlas acertadas, y que nos sirve para diferenciar el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto y que necesitamos como guía en que apoyarnos para la supervivencia.

Hay que entender la razón como un rasgo distintivo humano donde se expresa la lógica y su derivada la verdad, y al ser el humano un ser evolutivo y cambiante, también lo hace su lógica que queda imbuida de una cierta dialéctica que refleja toda la riqueza conceptual del mundo, la conexión universal, la movilidad, la agilidad y las contradicciones de la naturaleza y sus fenómenos. Así debe quedar fuera de nuestras expectativas esa otra lógica formal y pura, insustancial, pobre, abstracta por lo que sus leyes y las categorías establecidas por ella no se corresponden con la realidad objetiva. Si el mundo es cambiante, su lógica también lo es….

¿Acaso no nos damos cuenta de que hay causas y efectos? La naturaleza del planeta nos lo confirma. La evolución es constante y los modelos, como ídolos de barro se derrumban y son superados cada vez más rápidamente. Toda esta dialéctica planetaria nos tiene que concienciar y convencer de la necesidad de una elaboración constante de argumentos sociales, urgentes aunque sean perentorios, que mitiguen la angustia por la supervivencia de esa parte de la humanidad que con diferentes señuelos manteníamos silenciosa y oculta y que ahora, al límite de su resistencia, se manifiesta y exige sus derechos.

Es evidente que el modelo social ilusionante de los burgueses-capitalistas y de los pensadores ilustrados de los siglos XVIII y XIX, hace mucho que fracasó. O las premisas de su lógica (todavía aristotélica) eran falsas, o las conclusiones previstas han sido malintencionadamente ejecutadas. Opino que más bien por lo segundo. Tampoco se ha cumplido, en la práctica el desarrollo del Materialismo Histórico enunciado en la Revolución Marxista con tono universalista. Todo lo contrario: El consumismo exagerado e innecesario de una parte de la población mundial en detrimento de una enorme mayoría alienada y miserable.

Esa injusticia social es una verdad incómoda que ya no se puede ocultar por más tiempo en ningún rincón. Y ahora aparece a oleadas porque, a los hombres desengañados, ya ni la fe, ni la esperanza, ni la caridad les son suficientes para satisfacer el hambre y la sed de justicia. La promesa de la recompensa “en el otro mundo” dejó de ser creíble. El hambre y la sed de justicia ha de satisfacerse aquí y ahora.

¿Acaso no vemos cómo miles de desgraciados sucumben rendidos ante el fatal desenlace de su existencia, en los campos de refugiados, en absurdas guerras interminables y en huidas desesperadas por conseguir una vida humana digna?.

La revolución de las ideas que se comenzó en el siglo XVII y se culminó en el XVIII, saliendo victoriosa con el triunfo de la tríada “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, debió convertirse en la representación de todas las Madres Patrias. Pero todo quedó en un falso pronunciamiento de intenciones y su pretendido universalismo en un compromiso provinciano.

A la sustentadora del triunfo, que fue la razón, se la hizo Diosa, pero como todos los ídolos sagrados, con pies de barro, el tiempo y la evolución los degrada.

A los conceptos hay que desembarazarlos de contenido divino y aplicarles el significado útil que les otorga la experiencia, las experiencias repetidas que son las que los universalizan; sobre todo aquellos que puedan ser símbolos de la esencia humana y que deben ser entendidos con suma claridad: la razón, la verdad, la justicia, la igualdad, la voluntad, la conciencia o conocimiento, el entendimiento…..y tantos otros que definen de manera exclusiva al hombre y que son necesarios para el conocimiento de sí mismo y para la relación con el mundo y su realidad.

Es otra verdad incómoda cómo los Gobiernos de los países nord-occidentales europeos, y sus sociedades como cómplices, subyugaron a los países sureños de África y América desde el siglo XVI, sometiéndolos a una esclavitud y servidumbre repugnante, modificando interesadamente sus creencias y sus costumbres hasta convertirlos en títeres utilitarios a conveniencia de las distintas metrópolis. Se esquilmaron sus recursos hasta el extremo y rota su idiosincrasia, que ya no fueron capaces de recuperar, se les abandona en un presente sin futuro.

La respuesta se ha hecho esperar, pero ya es incontenible. El hambre, la miseria y la desesperación llaman a la puerta del explotador y pide asilo ante su desgracia.

Los Parlamentos Europeos y Norteamericano, las Naciones líderes del mundo de la cultura, de la ciencia, de la economía …..prototipos del confort y del bienestar, orgullo del progreso de la Humanidad, ahora, pretenden poner muros y alambradas al que viene pidiendo un trozo de pan a cambio de su trabajo; y lo más sorprendente es que no trae odio ni viene empujado por el resentimiento, sino que se acerca suplicando.

Creo que la situación requiere una reflexión …. un repaso a la Moral, a la que sea.

Y mientras, en todos los Parlamentos…..en todos, distraídos mirando hacia otro lado, preocupados en lucir modelitos, o en qué lugar colocamos los cuadros, o entretenidos con los roedores, o como en la Asamblea de nuestra Ciudad, dicho sea de paso; con una constante retórica vergonzosa, llena de insultos con el estilo propio del lugar más barriobajero.

Pero a final de mes, seguro, seguro, que todos y todas, los que acá y los de allá, ponen el cazo.

¡Qué vergüenza! ¡Qué rubor…!