Más de 400 personas salieron a la calle ayer para pedir algo tan básico como una sanidad digna. Fíjense la vergüenza de que en pleno 2023 tengamos que reclamar eso, que haya recursos suficientes y medios para que te puedan atender rápido y para que en tu propia tierra puedan hacerte las pruebas necesarias sin tener que pasar por la privada o marchar a la Península.
Nada de lo que recibimos es gratis, aunque desgraciadamente lo público siempre viene marcado por esa tara de ‘pedigüeño’ hasta el punto de parecer que pedimos algo cuando estamos únicamente exigiendo que se cumplan los derechos.
Pagamos impuestos, ¿por qué entonces no hay una administración adecuada y se nos obliga con todo el descaro a tener que hacernos un seguro privado si queremos una asistencia rápida? El ultraje es mayúsculo.
El sistema funciona como una apisonadora, es difícil hacerlo quebrar. Los ciudadanos reclamamos una sanidad digna pero sabemos que estamos chocando con todo un sistema de intereses en el que las valoraciones se hacen a golpe de talonario y de poder.
Salir a la calle es el derecho que aún persiste -aunque parece tener caducidad, llegará el día en que será arrebatado a base de normas ridículas- pero en ese salir a la calle no todo vale. El PSOE tiene mucha culpa de cómo está la sanidad pública puesto que es el partido al que podemos ponerle la cara colorada al ser el administrador del poder tanto ahora como en los últimos años.
Esto no quita que el PP tenga que pasar también por el filtro de la crítica debido a lo mucho que pudo hacer y no hizo en los tantos y tantos mandatos esperando soluciones. Los problemas de ahora no son nuevos, tienen unos orígenes que han llevado a estas consecuencias.
Partiendo de esto, si en plena manifestación te topas con una comitiva de populares detrás de la pancarta que reclama mejor gestión y menos recortes parece que te están tomando el pelo. No sé quién los asesora pero no pintan nada en un momento de protesta salvo que su único interés sea el de sacar tajada del momento de crispación social.
No es oportuno, mucho menos moral. Suena a chiste y chirría. Ahí estaban, ahí secundaron la protesta, ahí salieron ‘al combate’ en una batalla que tiene muchos responsables y cuyas consecuencias seguimos padeciendo los ciudadanos.
Los primeros que sobran ahí, son los que han dejado a esas personas sin atender, por no cobrar un plus ilegal.
Y tú lo dices muy bién Carmen, los que pagamos SS parece que estamos de pedigüeños.Sinembargo en la privada , estos peseteros si te atienden.
Una vez más el ceutí es utilizado por desalmados, que anteponen sus intereses al bienestar generl.