No sé si esto se llama pasotismo, dejadez o es una simple burla a la ciudadanía. Urgen explicaciones y sobran silencios. La situación que se está dando en Ceuta es lo suficientemente importante para que haya comparecencias, para que se diga qué está pasando y para que se reconozcan las fisuras existentes. Pero no hablan y ese silencio es peligroso.
Llevamos días y días contando las entradas de inmigrantes por los espigones, narrando tragedias. Hay niños desaparecidos, de otros ya se ha constatado su muerte en Marruecos. Estamos viendo cómo se echan al mar en pleno temporal y los únicos que salen a socorrer son los guardias civiles y Salvamento.
Esa situación, que además de preocupante es inhumana, no ha provocado ni una sola declaración de la Delegación del Gobierno, tampoco del Gobierno de la Nación y mucho menos de esa Europa que se da golpes de pecho cuando habla de derechos pero se permite el lujo de tener abandonada su frontera sur.
En esta parte donde Europa tiene su competencia muere gente, desaparecen niños y no hay vetos. Pero todo esto le importa un carajo mientras en Madrid y en Ceuta miran hacia otro lado porque quizá tienen miedo a contar la verdad o a reconocer que no saben ni por dónde les está dando el viento, de Poniente o de Levante.
Los ciudadanos tienen que recibir explicaciones, pero nadie habla. No sabemos si estamos ante incompetentes o ante un personal amedrentado por Madrid para que evite cualquier tipo de manifestación.
Y claro, si en la plaza de los Reyes empiezan a olvidarse de que son mandamases para los ceutíes y no sacan los dientes a Madrid cuando hay que hacerlo… pues suceden estas cosas.
No acudir al minuto de silencio por los guardias civiles asesinados en Barbate debió ser un trago, seguro, para quien manda en plaza. Pero a mí más me interesa saber por qué nadie está contándonos qué pasa en la frontera, por qué todos juegan a ocultar los datos y por qué estamos asistiendo a una situación extrema en la que mueren niños y otros desaparecen en el mar.
A esa sangría que vivimos sí que debemos exigir explicaciones urgentes. A lo otro, cabría cuestionarse por qué a unos les dejaron estar en ese acto y a otros no…