Cuando el mundo se para ante la sonrisa de un niño ingresado en el Hospital

Los Reyes Magos, traídos por la Hermandad del Rocío, visitan a pequeños de la sala de pediatría para darles regalos y alegrías

¿Acaso importa la feroz crisis económica que azota a medio mundo y estrangula el bolsillo de tantas familias españolas, el resultado del equipo de fútbol de cada uno, el vuelo perdido en el aeropuerto de Berlín? Importa, claro que sí, porque son esas pequeñas –o grandes, según cada cual– preocupaciones que marcan  el ritmo diario de la vida de las personas pero, con todo, hay ocasiones en que el mundo se frena y queda durante unos instantes suspendido en el alero de la alegría, la esperanza y las ganas de vivir.
De hecho, ayer mismo, en la sala de pediatría del Hospital Universitario de Ceuta, sucedió tal cosa porque, cuando a las habitaciones 4,6,8,10 y 12, así como a la sala de incubadoras, fueron accediendo hasta el interior de las mismas y por bendita sorpresa los Reyes Magos de Oriente, cada uno de los chicos que estaban sentados o tumbados en la cama, convalecientes de una patología que, ojalá, pronto remita y desaparezca por siempre, permitió que en sus inmaculados rostros se dibujara una sonrisa de absoluta paz interior y de una inocencia infinita como el amor de sus  padres.
“Ver entrar a los Reyes”, indican al unísono Francisco Javier y Carolina, papás de Álvaro, de cinco meses “y malito con mucosidad en los pulmones”, “ha sido una gran alegría que Álvaro, pese a lo pequeño que es,  ha agradecido porque de hecho cinco minutos antes estaba muy revoltoso”, comentaba la pareja mientras sobre la barriga del bebé se acostaban algunos de los regalos recibidos.
No es la única alegría que se ha vivido en las  últimas horas en la habitación 12, ya que un día antes el pequeño Álvaro recibió la visita de Javi, su hermano de siete años, y sus padres se tomaron las uvas junto a él la noche del 31 con un ojo en la televisión y el corazón en el pequeño.
Cuando Gaspar entra en la habitación número 4 y con él, acceden el resto de Reyes y los pajes correspondientes, en la cara de Yusra, una niña de cuatro años y medio y que tiene dos hermanas más, de seis años y de diez meses, se pinta una sonrisita que mezcla sorpresa y alegría: “Para ella ha sido como vivir otro mundo”, resumen gráficamente su prima Fatima, quien permanece a su lado y quien la protege de la neumonía que la niña arrastra desde hace un tiempo.
“Hay que mantener la ilusión de los niños siempre”, dice el rey Gaspar mientras camina por el pasillo en búsqueda de otro nene al que hacer feliz, “porque es una obligación moral tratar de transmitir la misma ilusión que yo tenía cuando era pequeño y veía a los Reyes Magos; tenemos que procurar que los niños estén cómodos, sientan la ilusión y sonrían que es lo que tiene que hacer un niño”.
En la misma línea se mueve Melchor, quien sale de la habitación 8, donde estaba Alae, de  cuatro años, ya que indica que “hemos venido con el ánimo de traer a los pequeños la esperanza y la ilusión de que en el día de Reyes ellos son los portagonistas y van a recibir sus regalos, que es una cosa importante, además de por el juego que podrán hacer y que disfrutarán, porque es una forma de hacerles ver y sentir que son queridos y que hay muchas personas que se preocupan por ellos”.
Como por ejemplo, Dalila y Mohamed, padres de Naila, una nena de dos años, “que ha recibido uno de los regalos que más le gusta, de ‘Mickey Mouse’, así que además de que la visita ha sido una sopresa podemos decir que ha sido todo un acierto”, señala una orgullosa mamá quien pronto disfrutará de su hija en la casa “porque la infección de orina que tiene Dalila se va a curar”, dice el padre, Mohamed.
“Venir a sitios como este”, señala el rey negrito, Baltasar, “deja de manifiesto cúal es el sentir y el sentido de unas fiestas en las que se debe ensalzar la ilusión, la alegría y más, como es el caso de los niños que están en el hospital, en unos momentos en que por una razón u otra no son los más deseados, porque están malitos, de ahí que queramos darles todo el ánimo del mundo para que puedan salir lo antes posible del hospital”.
Eso espera Huda, madre de Romaisa, de cinco años, quien muestra el agradecimiento hacia los Reyes “porque han hecho pasar un buen momento a la niña con una sorpresa realmente bonita”.
En este sentido, Rosario Álvarez, supervisora de hospitalización médica y pediátrica, considera que “éstas visitas son muy positivas, porque los niños se distraen salen de la monotonía de estar hospitalizados y además de lo que supone a un niño el hecho de que le regalen un juguete porque eso siempre les alegra”.  Para la facultativa, quien es la primera vez que vive la llegada de los Reyes a la unidad de pediatría, “no sólo aquí sino en toda mi vida porque sólo he trabajado en el hospital de Ceuta y aunque sí que viví algo similiar como enfermera, es la primera vez que como supervisora voy a sentir la alegría de los niños con la llegada de los Reyes”, indica, es importante que  los profesionales de la medicina “controlemos  todo tipo de regalos que sean comestibles porque se podría dar el caso de que  a un niño se le regale un caramelo y no pueda tomarlo por causa de una u otra patología, de ahí que tengamos que estar alerta para que todo salga de maravilla, que es lo que deseamos. De hecho, aquí no se dan chucherías habitualmente a los niños, ya que tienen unas dietas determinadas instadas por el pediatra”, finaliza Rosario quien es muy consciente que la mejor medicina es cuando una sonrisa de un niño enfermo es capaz de parar el mundo y lo que sigue.

 

Cuatro hermandades estuvieron presentes en la visita de los Reyes

La visita que ayer realizaron Sus Majestades los Reyes Magos, directamente llegados desde Oriente, se debió, entre otras mágicas razones, a la colaboración, participación e idea de la Hermandad del Rocío, alma máter de que el día de hospital de ayer fuera menos tedioso para los pequeños ingresados en la planta de pediatría del Hospital Universitario de Ceuta. Asimismo, y según confirmaron fuentes del Rocío, fueron tres las personas que se mostraron muy cercanas con los tres Reyes Magos. De tal modo, el rey Gaspar se hizo muy amigo de Francisco Hernández, hermano mayor de Medinaceli; el rey Baltasar, “el negrito”, hizo amistad con Javier Pérez, hermano mayor de Las Penas; y de Melchor destaca que congenió con Pedro Bagur, Hermano Mayor del Descendimiento, tres hermanos que a su vez son hermanos del Rocío y que por momentos se confundieron con los mismísimos Reyes.

 

La esperanza e ilusión volverán en los próximos días

La sonrisa provocada por la inesperada y mágica llegada de los Reyes hasta la sala de pediatría del Hospital Universitario de Ceuta, tendrá, a buen seguro, pronta continuación pues se espera que hasra la visita nocturna del cinco al seis de enero aún regresen hasta las dependencias de los que más lo necesitan, bien sean por desamparo monetario o por delicada salud. Por tanto, la esperanza no desaparecerá todavía de los hogares, de los edificios o de las residencias de nuestra ciudad.