Ocurrió el pasado fin de semana. Pero esta historia no es la típica mediática en la que el protagonista es un usuario que saca a la luz una supuesta mala praxis médica. Muy al contrario, esta es una historia en la que el propio médico termina siendo víctima de la denuncia de un usuario que resulta falsa pero que se admite en la Jefatura Superior provocando la actuación policial protocolaria. Cómo terminará es cuestión de lo que ahora quiera hacer el afectado, cómo empezó se puede narrar varias horas después de la confusión.
Los hechos de marras se produjeron en la noche del sábado al domingo, cuando agentes de la Policía Nacional se presentaron en el Hospital Universitario después de que un usuario del clínico se hubiera personado en la Jefatura Superior para denunciar que un médico le había atendido mal ya que, supuestamente, estaba bajo los efectos del alcohol o las drogas. De la denuncia nada era cierto, pero los agentes terminaron en Urgencias buscando al médico que en cuestión. Éste no pudo más que negar los hechos y como aval garante de su buen estado se sometió voluntariamente a las pruebas toxicológicas para que los agentes se cercioraran de que no había ingerido sustancia alguna. Las pruebas arrojaron resultados negativos mientras otros usuarios presentaban quejas porque, debido a la confusión provocada, no se les atendía a su hora. Antes de la denuncia el médico había tenido discrepancias con algún usuario, por lo que se sospecha que ahí estaría el origen de la denuncia en falso. Ahora queda en manos del afectado que pida responsabilidades a quien ha hecho que nunca olvide esta guardia.