Cuando el bulo se convierte en noticia

La velocidad a la que se expande un bulo en las redes sociales es similar a los modelos de contagio epidémico de un virus. Esto es algo que ha puesto de manifiesto investigadores de la Universidad Zaragoza, que han analizado el modelo de propagación de rumores, cuyo resultado podría aplicarse en campos como el marketing viral o campañas de información. El rumor comienza cuando un agente comienza a propagar la información falsa en una red de relaciones sociales y los contactos se 'contagian' al tiempo que se convierten a su vez en propagadores.  
Y eso fue lo que ocurrió en Ceuta durante la tarde del domingo, cuando el temporal de poniente comenzaba a dejarse notar y la alerta naranja por viento y oleaje difundida por los servicios de emergencia y canales oficiales degeneraba en un curioso bulo: El lunes no había clase en Ceuta porque las autoridades habían decidido suspenderlas debido a lo que se avecinaba. “En menos de dos horas recibimos en la centralita medio centenar de llamadas con lo mismo, sin contar las que recibíamos vía whatsapp en nuestros teléfonos particulares”, explica el director del servicio 112 , Javier Romaguera. La difusión en los móviles de mensajes falsos corrió como la pólvora. “Previsión de ciclogénesis explosiva. Protección Civil alerta a la ciudadanía de Ceuta. Considera que sería conveniente que la dirección de los centros escolares se pusieran en contacto por una posible  suspensión de las actividades docentes”. Este fue uno de ellos y el que colapsó la centralita del teléfono único de emergencias. “El 112 no es un teléfono para proporcionar información, que damos a través de redes sociales, sino para comunicar situaciones de emergencia, por lo que el peligro de estas cosas es que las líneas pueden saturarse que es algo peligroso en una situación de alerta”, añade.
“Siempre hay algún gracioso al que le gusta llamar la atención y poner en alerta a todo el mundo”, lamenta Romaguera. Por este motivo, y para evitar malentendidos, los responsables del 112, decidieron advertir desde sus perfiles oficiales en redes sociales, tanto en facebook como en twitter, de lo que estaba pasando. “Mi recomendación es siempre la misma, ante la duda, hay que dirigirse a una cuenta oficial, esa es la única información fiable”, añade. Incluso hay quien suplantó el perfil en twitter de un medio comunicación, como fue el de Ceuta Televisión  para dar más pábulo a la noticia. “Tuvimos que desmentirlo pese a que nosotros no dimos esa información”, explican desde Ceuta TV .“Lo reportamos como spam, pero era domingo y las redes sociales lo que tienen es la inmediatez. Cuando nos dimos cuenta el falso mensaje ya había volado”. A los administradores de las cuentas de Ceuta TV ya les había pasado alguna vez esto, pero nunca como ahora. Lo mismo le ha ocurridoal servicio 112. “Lo curioso es que el mensaje era idéntico a otro que ha estado circulando durante el fin de semana en las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga”, indica Romaguera. Allí, los servicios de emergencia se afanaban tambiñen en desmentirlo.
No fue lo único. Otro de los problemas que conlleva la expansión de las redes sociales y de aplicaciones para smartphones como whatsapp es la difusión viral de archivos, imágenes e incluso montajes fotográficos que son tomados como ciertas. Se les conoce como fake, falso en inglés, un término cuyo uso se ha generalizado en el mundo de internet para referirse a la falsificación. De estos hay varios ejemplos que, como si de otro virus se tratase, se han expandido exponencialmente ¿A quién no le llegó ayer en su móvil o en su muro de facebook alguna de las imágenes que ilustran esta página?
Una a una: La imagen del tornado en el puerto de Algeciras es real. Es cierto que hubo un pequeño tornado que se adentró en la bahía y que fue grabado y fotografiado. Pero no el domingo, sino el 25 de diciembre, durante otro temporal. Esa imagen ha ilustrado hasta portadas de periódico, pero es un fake, al menos ayer. Lo mismo ocurre con la gran ola que unos situaban en la carretera de Benzú y otros en la de la frontera. Otro fake, en este caso aún peor porque esa ola se produjo, sí, pero en la cornisa cantábrica y hace cuatro años. Son ejemplos del riesgo que entrañan las redes sociales y sobre todo del uso que de esos archivos se hace.