La justicia ceutí guarda en sus cajones varios casos pendientes de una comisión rogatoria nunca respondida por Marruecos: crímenes que esperan justicia y que evidencian la no colaboración
“El que la petición de auxilio judicial internacional se haya remitido a Marruecos añade algunas peculiaridades a este procedimiento. Según la experiencia de este tribunal, las comisiones rogatorias remitidas a dicho país por órganos jurisdiccionales con sede en Ceuta solo en contadas ocasiones han obtenido un resultado fructífero. No obstante no cabe perder la esperanza, aunque sea lejana”. Esta reflexión se incluye en el auto dictado por la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta esta misma semana, con el que ordenaba continuar con la investigación en torno al 6F. Una reflexión que supone un reconocimiento explícito a la problemática que afecta directamente a los tribunales ceutíes cuando se trata de sucesos para los que se reclama justicia pero que sostienen sus dos patas a caballo entre dos países.
La hemeroteca recoge casos, historias con fallecimientos de por medio, asuntos en los que esa petición de auxilio judicial ha sido un auténtico fracaso. No ha funcionado. Constituyen casos que quedan sobre la mesa, que no se pueden cerrar, a los que nunca se les da carpetazo, pero de los que resultará complejo obtener una sentencia.
Hace más de diez años falleció un marroquí en el perímetro tras recibir un disparo. Su cuerpo terminó quedando en territorio marroquí. Eran los años complicados del porteo, en los que la mercancía intentaba pasarse por el vallado. Judicialmente el caso sigue abierto en Ceuta, en el juzgado número 4; sobre él pesa un archivo provisional, ya que el cadáver, la víctima de estos hechos, fue enterrada en Marruecos y la bala que terminó con su vida tenía que ser analizada por la Policía del vecino país, así como la realización de su autopsia. El caso no se archiva porque está pendiente de una comisión rogatoria a Marruecos que nunca llegará. La Audiencia llegó a solicitar la mediación del magistrado de enlace. ¿Hubo algún resultado para esclarecer un asunto de tanta gravedad como este homicidio? Ninguno. El caso sigue paralizado, con una víctima y unos presuntos culpables.
En el del 6F se llegó a pedir hasta en dos ocasiones ese auxilio judicial, ahora la Audiencia establece que hay que agotar todas las vías, respondiendo así como lo ha hecho en otros casos similares en los que la dependencia de Marruecos es más que evidente.
“En tal tesitura puede adquirir gran importancia la intervención del magistrado de enlace en Marruecos, quien quizás no pueda lograr que se lleve a cabo, pero es posible que, al menos, consiga que se dé una respuesta negativa expresa, lo que permitiría encauzar de una forma más correcta la tramitación del procedimiento”, aseveraba el tribunal de la Sección VI en su auto, en lo que parece más la expresión pública, esperanzada, de que la relación judicial debida entre ambos países pueda funcionar.
Solo hay un precedente, un único caso conocido en el que una comitiva judicial de Ceuta marchó a Marruecos. Se trató del mediático ‘caso Kimbi’, que pretendía esclarecer la muerte de este ceutí, acribillado a balazos, en la Nochevieja de 1999. Otro caso no se recuerda. La muerte de ‘Kimbi’ fue denunciada en Ceuta y Marruecos, sus juzgadores en instrucción sí que mantuvieron cierta relación con la justicia marroquí.
Las comisiones rogatorias, la petición de auxilio judicial funciona a la perfección con otros países, pero pretender que un juzgado de Ceuta obtenga colaboración de la justicia marroquí es algo así como poner una pica en Flandes. Y eso que existen mil y un consejos para redactar esa rogatoria de manera que no asomen posibles litigios o enfrentamientos de índole diplomática.
La frontera deja fluir auténticos limbos fronterizos de los que se surte el crimen, esa pretendida colaboración tan complicada de alcanzar deja en el camino casos abiertos amén de la culminación de investigaciones en profundidad. En Ceuta hay al menos tres asesinatos a los que no se les puede aplicar una sentencia debida porque sus presuntos criminales están huidos y protegidos en el vecino país: el crimen de Juan el peluquero, el del Pasaje Diamante y el del joven Yassin. El (no) auxilio es evidente.