Este sindicato afirma que el Servicio de Urgencias y Emergencias del 061 se encuentra en la “frontera asistencial de la mala praxis” y considera que una estructura que “debería ser un referente” es una “pena”.
El personal sanitario del Servicio de Urgencias y Emergencias del 061, a modo de auditoría de la gestión del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Ingesa, y a través de su representación en el CSI.F, disecciona los problemas que ha detectado para la “mejora asistencial” que presta. Un análisis que coincide con la evaluación interna que la administración sanitaria inició esta semana en Atención Primaria, área en la que se encuadra el 061.
Los efectivos de este servicio, canalizados por el CSI.F, entienden que la “calidad asistencial” es una variable estratégica de los servicios de urgencias y emergencias donde se trata de evitar secuelas y fallecimientos de los pacientes. Para los médicos del 061, lo más importante para la calidad es la competencia profesional determinada por el “conocimiento profesional y la preparación científica”, es decir, la información y la formación a las que hay que añadir la “motivación” ya que el resultado no es una suma sino un “producto”, por lo que cuando uno de los factores es “cero, bien sea la capacidad o la motivación, el resultado es cero”.
Este sindicato denuncia de forma pública que los gestores sanitarios buscan la eficiencia, es decir, alcanzar los objetivos asistenciales, docentes, de investigación, de calidad y que sean operativos, “con el menor número de personal y recursos”. Esta representación de los trabajadores defiende que no se puede dirigir “lo que no interesa” y lamenta que los directivos “sólo nos han visitado una vez”. Los efectivos del 061 resalta que, para “desmotivar aún más al personal”, el director médico de Primaria cambia los turnos de 24 a 12 horas “de un día para otro” para atender a la gripe A. CSI.F plantea como “paradoja” para la ministra de Sanidad que una estructura que “debería ser un referente” se haya convertido en una “pena”.
Reivindicaciones del equipo de urgencias y emergencias
Una plantilla de efectivos completa
Para poder realizar sus labores, el CSI.F exige una plantilla de profesionales “completa” según su apertura programática y presupuestaria de 11 médicos y un coordinador liberado de actividades asistenciales para poder así formar las “diferentes comisiones de capacitación, docencia o evaluación”. Aseguran estar sólo ocho médicos realizando la atención continuada de forma obligatoria contra el convenio, “en la frontera asistencial de la mala praxis y el deterioro de nuestra salud”.
Garantizar la calidad clínico asistencial
Desde este sindicato están convencidos del cumplimiento de la calidad clínico asistencial según las evaluaciones de los años 2008 y 2009. Tanto en los tiempos de respuesta; la calidad de cumplimentación de la hoja clínica; la continuidad asistencial; y el establecimiento consensuado del manejo del ICTUS y del síndrome coronario agudo tanto en la asistencia extrahospitalaria como en su transferencia al hospital. Además, se han establecido otros protocolos también necesarios, destacó el CSIF.
Cumplimiento del plan de necesidades
Esta central asegura que el incumplimiento del plan de necesidades es “reiterativo” para el funcionamiento de la UME; CCU; comunicaciones (por la falta de un repetidor); falta total de material de formación y de las mejoras y reparaciones de la infraestructura pese a las solicitudes presentadas.
Extraordinarias a su coste real
Esta organización sindical se opone a que el personal sanitario realice “jornadas extraordinarias pagadas a mitad de su coste real para lo cual no se cubre dos plazas en su totalidad y usan esa partida para contratar cuatro médicos para la atención continuada”. De este modo, “atentan contra la ética médica y de gestión”, dice CSI.F.
Negativa a las necesidades del servicio
CSI.F rechaza realizar “más atención continuada obligada bajo el supuesto de necesidades del servicio”. Desean cumplir las 1.524 horas según el pacto de la mesa sectorial.
Recibir las dietas alimenticias
Este sindicato asegura que trabajan 24 sin desayuno, comida ni cena, es decir, sin recibir sus dietas de alimentos, teniendo que ser costeadas por el propio sanitario.