UGT, en cambio, espera que todo siga igual que este curso y que no se apliquen nuevas normativas
El sector de Enseñanza de CSI-F exige a la Dirección Provincial que constituya una comisión para tratar los cambios que habrá en la oferta de especialidades de Bachillerato para el próximo curso. Afirma que debe haber al menos un miembro de la Junta de Personal Docente de Melilla en ese órgano porque con la normativa nueva del Ministerio sobre Bachillerato se va a modificar las condiciones de trabajo de los profesores y los sindicatos deben negociar con la Administración este tema. SATE está de acuerdo con la creación de esta comisión o la constitución de una mesa de negociación para abordar ese asunto, pero señala que habrá recortes el próximo curso en temas educativos. Por su parte, UGT cree que el Ministerio mantendrá Bachillerato como este curso ante la posibilidad de que haya un cambio de Gobierno a partir de octubre a nivel nacional.
El director provincial, José Manuel Calzado, aseguró a El Faro el pasado viernes que tan sólo nueve de 700 alumnos que prevé que haya en Bachillerato el próximo curso deberán cambiarse de centro para cursar la modalidad que desean de este nivel educativo. También indicó que no habrá recortes en el número de profesores.
CSI-F lo tiene claro. No confía en que el Ministerio de Educación acepte la propuesta que la Dirección Provincial ha acordado con los responsables de los institutos para optimizar los recursos en Bachillerato. El sindicato dice que no sería la primera vez que el director provincial negocia sobre un tema en la ciudad y la Administración central lo rechaza e impone su normativa. Por ello, exige que se convoque una comisión, como las que hay para las matriculaciones en los centros, y de esta forma se dé garantías a los alumnos, profesores y directores de que se están gestionando de la mejor manera posible los cambios en la oferta de Bachillerato.
Bachilleratos tradicionales
CSI-F insiste en que al eliminar algunas asignaturas optativas de este nivel educativo habrá profesores que se queden sin grupos y por lo tanto, van a cambiar sus condiciones laborales y ése es un tema que deben abordar los sindicatos con la Administración central. Por un lado, entiende que el Ministerio exija un mínimo de alumnos por asignatura y que no haya clases con menos de quince estudiantes en Bachillerato pues en la ESO hay aulas con más de 35 alumnos. Sin embargo, también señala que habría especialidades de Bachillerato tradicionales en algunos centros que pueden desaparecer el año que viene por falta de demanda y que no existen garantías de que de nuevo se puedan volver a ofertar al siguiente. De ahí que reitere que este proceso debe ser lo más transparente posible.
Espera que no haya cambios
Por su parte, UGT sólo espera que no haya cambios y que todo se mantenga igual en septiembre. Explica que con las elecciones al generales no deberían cambiarse leyes que más tarde pueden ser eliminadas por otros partidos. Este sindicato manda un mensaje de “tranquilidad” a la comunidad educativa y asevera que los acuerdos actuales de la Dirección Provincial con los directores de los centros son “lo menos malo” que podría pasar a la hora de aplicar la normativa del Ministerio.
Asimismo, asevera que no espera cambios porque los profesores que se queden sin clases al eliminar las ofertas de Bachillerato de los centros deberán elegir entre dar otra asignaturas, y no siempre hay materias afines, o cambiarse de centro y para ello, es necesario contar con la opinión y la negociación de los sindicatos, puesto que es una modificación en las condiciones laborales de los profesores.
SATE-STEs asegura que habrá recortes en Educación el próximo año. Calzado explicó a El Faro que el número de maestros del año que viene en las aulas de Melilla será igual que el de este año. Sin embargo, para SATE-STEs es una mala noticia. El sindicato explica que en septiembre habrá un nuevo curso, el de segundo, de Formación Básica y más aulas de Educación Infantil, como las que se abrirán en la Casa de la Juventud. Indicó que para cubrir estos nuevos puestos de trabajo, si el número de profesores es igual al de este año, se van a tener que recortar otros servicios, como la educación compensatoria o algunas especialidades de Bachillerato. Esto último se logra con la nueva normativa del Ministerio para reformar los institutos.
Este sindicato muestra su descontento porque en Educación la palabra optimizar sólo tiene en cuenta criterios económicos y no se tratan los temas bajo una óptica social y de los beneficios que puede traer en otros términos a la ciudad el hecho de contar con varias especialidades de Bachillerato en los centros.
Asimismo, SATE-STEs reconoce que los cambios que habrá en Melilla en cuanto a Bachillerato son los “menos malos”, ya que el Ministerio había previsto en un inicio la desaparición de forma definitiva de determinadas especialidades en los institutos y finalmente, no será así, sino que la condición para abrir un aula será contar con 30 alumnos y al menos 15 para las optativas. El sindicato insiste en que temas educativos, el Ministerio debería ser más “flexible” en Melilla.
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