La Escuela de Verano de la Fundación Cruz Blanca celebra este año su séptima edición marcada por la inesperada situación del coronavirus. Entre julio y agosto niños y adolescentes, tanto procedentes de Ceuta como Menores Extranjeros No Acompañados y otro tipo de colectivos, participarán en las diversas actividades organizadas por la asociación. El objetivo es fomentar la interculturalidad y educar a los más jóvenes en valores sociales.
En declaraciones a FaroTV, el coordinador de la Escuela y educador social, Carlos Lorente, ha explicado los temas en los que se centrarán este año. “Los lunes lo que pretendemos es trabajar aquí temas que son actuales y que necesitan ser intervenidos desde la educación, como el medio ambiente. Los tres grupos más pequeños lo que vamos a trabajar con ellos son actividades relacionadas con el reciclaje, con el tema del respeto al medio ambiente, y los otros grupos, que son más adolescentes, vamos a trabajar un poco el tema de la educación y la igualdad de género, que es un tema que hemos visto que es necesario. Estamos viendo que hay un auge en el tema de las conductas machistas entre los adolescentes, y consideramos que es importante”.
Los sesenta jóvenes que participan, divididos en tres grupos de adolescentes y tres de niños, no solo tendrán sus juegos educativos y de concienciación, sino que también encontrarán otro tipo de actividades más deportivas y de ocio. “Los martes tenemos concertado el tema del Parque Marítimo para que los participantes, que muchos no han podido ir o no han podido salir de la barriada, vayan a disfrutar un poquito del día de Parque. Y ya el miércoles, el jueves y el viernes, entre yincana, salidas de kayak, el tema de ‘aquaroca’, entre actividades que hemos planteado nosotros y contratación de algunas empresas”, ha comentado el coordinador.
La COVID-19 ha provocado que se hayan tenido que implementar nuevas medidas de seguridad e higiene. Mientras que años anteriores han llegado a participar más de cien niños, este año solo se han permitido diez por grupo, así hasta completar seis grupos. Todos ellos deben llevar mascarilla, mantener la distancia de seguridad y llevar a cabo otras actuaciones, tal y como ha detallado Carlos Lorente. “A parte de las hojas de recomendaciones que hemos sacado del Ministerio de Sanidad y que les hemos estado dando a cada madre y a cada padre de los que han venido a hacer las inscripciones, tenemos un termómetro láser, que les tomamos la temperatura antes de salir, después del desayuno y cuando terminen la actividad. Estamos también cubiertos de geles por todos lados, cada vez que terminan una actividad le estamos dando para que se limpien las manos… Y más o menos estas son las que están puestas como normativa para los demás contextos y demás colectivos”.
Para los pequeños que desgraciadamente se han quedado sin plaza, el coordinador de la Escuela de Verano ha asegurado que posteriormente se realizará un popurrí de actividades para todos ellos, para que ninguno de estos niños se quede atrás.