El enfado de la ciudadanía por
el estado de las playas es bien conocido por todos en Ceuta. La temporada de baño ya comenzó hace semanas y el estado de los arenales sigue sin estar en las mejores condiciones, un hecho que hace que se susciten cientos de denuncias por parte de los bañistas.
En esta ocasión, los asiduos a la playa de
Calamocarro, un lugar que los fines de semana acoge a muchas familias, se quejan de su estado en general y recuerdan que era una de las mejores de la ciudad. Ahora se encuentra en “total abandono” por parte de las administraciones.
Por un lado, la crítica llega por el estado en el que han colocado una especie de rampa con escaleras para acceder al arenal. Los bañistas señalan que “no es una mala idea” pero que no está hecha acorde a las necesidades, por ejemplo, de una persona afectada por alguna minusvalía. Casi todos los días se encuentra con un vallado que hace imposible pasar por el lugar y además una vez que se baja esa rampa, ya no se puede seguir accediendo al arenal y mucho menos acercarte al mar. “Una muestra más que demuestra que en el tema de la accesibilidad esta ciudad queda años luz para igualar a otras
playas de la Península”, critican usuarios de la playa. Además, en la cuesta hay “pinchos oxidados” que son un peligro.
Otra crítica es que el arenal se ha quedado reducido por el temporal de abril
Asimismo, los usuarios que acuden a la playa de Calamocarro exigen una mayor
limpieza del arenal ya que siempre encuentran restos de basuras. Entienden que hay muchos incívicos que no las arrojan en el lugar no adecuado, pero también critican que hay escasez de papeleras cuando se trata de una zona bastante amplia en donde se reúnen todos los fines de semanas muchos ceutíes.
Por último, y al igual que pasa en muchas playas de ese litoral por culpa del temporal que hubo en el mes de abril, el arenal se ha quedado muy reducido y denuncian que no se ha hecho nada para evitar una cosa que se preveía en los meses previos a la temporada de baño.
En definitiva una temporada de baño en la que las críticas están a la orden del día.