Crítica de cine a la película Alpha: Supervivientes

Ambientada hace mucho, mucho tiempo, tanto como 20.000 años atrás, esta historia de superación, camaradería y supervivencia está siendo la que está conquistando la corona de la taquilla veraniega con el aplauso más o menos generalizado del respetable, sea o no animalista.

Alpha está basada en el relato de un muchacho herido y dado por muerto durante una cacería con su tribu. Junto a un lobo que también se ha quedado atrás con respecto a sus semejantes, extraño compañero de ruta, tienen que apañárselas para no perecer en el intento de encontrar el camino a casa.

No se trata de una película al uso de “protagonista con mascota”, en primer lugar por lo original de un escenario tan “edaddepiedresco”, y en segundo término porque no se trata del perrito amable y leal que da el hocico por su llamémoslo dueño para entendernos, término que nunca me ha gustado para hablar de seres vivos. Se trata de dos socios, dos aliados que tienen sus propios motivos para unir sus destinos, unos (de esos motivos) más sentimentales que otros, y que acaban sin remedio por puro roce desarrollando lealtades y afectos mutuos.

La película no adolece de grandes escenarios y algunas secuencias poderosas en lo visual, aunque menos de acción en su conjunto de lo que muchos pueden vaticinar, hecho que puede suponerles algo de frustración.

Los agridulces momentos de la narración no dejan demasiadas concesiones a la sonrisa tierna y gratuita en un entorno tan terriblemente hostil, y ello contrasta con algunas situaciones decepcionantemente irreales y diálogos (casi monólogos, por fortuna el lobo no habla), cargados de una moral aleccionadora que estropea una muy buena idea que lucha por dejarse ver pero a la que sólo se le permite ser toscamente insinuada debido precisamente a estos ramalazos de supuesto tinte comercial para todos los públicos (cuánto daño ha hecho tantas veces esta calificación…).

Nos topamos pues con una interesante sin llegar a sorprendente historia de otros tiempos pasados, lo cual no es ni malo ni bueno pero puede contentar a muchos nostálgicos, con definición técnica sin embargo del siglo XXI, con una trama sencillota y dos protagonistas que a la fuerza no tienen más remedio que tener química (o morir en el intento).

Eso sí, absténganse serios aficionados a la historia o a la antropología, porque todo vale, la imaginación no tiene límites si es en pro del USAespectáculo y las patadas que se le dan al rigor de la génesis y la evolución del ser humano simplemente se les puede hacer insostenible, una bola imposible de tragar y menos de digerir.

Ficha técnica

DIRECCIÓN: Albert Hughes

DURACIÓN: 96 minutos.

GÉNERO: Aventuras. Supervivencia. PAÍS: USA

INTÉRPRETES: Kodi Smit-McPhee, Jóhannes Haukur Jóhannesson, Leonor Varela, Natassia Malthe, Mercedes de la Zerda, Marcin Kowalczyk, Priya Rajaratnam, Jens Hultén, Spencer Bogaert, Nestor de la Zerda.

GUION: Dan Wiedenhaupt (basado en una historia de Albert Hughes).

MÚSICA: Joseph S. DeBeasi,