La Unidad Central de Análisis Científicos de la Comisaría General de la Policía Científica ha remitido al
Juzgado de Instrucción número 6 de Ceuta un informe con los resultados de los análisis realizados a las prendas intervenidas en la vivienda de Cristian B.P., investigado por el asesinato y agresión sexual del pequeño Mohamed cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en diciembre de 2022 en
Loma Colmenar, a pocos metros de su hogar.
La Policía adscrita a la Jefatura Superior de nuestra ciudad remitió a la central de Madrid varios vestigios para que se pudiera practicar el análisis de los restos de ADN que se localizaran. En concreto se trató de una sudadera, un pantalón de chándal, una camiseta y dos zapatillas deportivas que el detenido guardaba en un armario de su habitación y que portaba en la noche del crimen, tal y como se pudo verificar después del examen de las cámaras que realizaron los agentes de la UDEV encargados de la investigación enmarcada en la
Operación Loma.
En dicho informe, tal y como ha podido conocer El Faro de Ceuta, se concluye que al menos en el pantalón examinado se ha obtenido un perfil genético “coincidente” con el del niño.
Diciembre de 2022. Fue cuando se encontró el cuerpo del niño en un terraplén próximo a su casa
La probabilidad de que fuera coincidente con el de la víctima, que solo contaba con 8 años de edad
cuando fue asesinado, es “aproximadamente quinientos quintillones de veces más” que con el de cualquier otra persona escogida al azar, exponen los profesionales.
Los especialistas han recogido en su informe remitido a la instructora del caso en Ceuta la existencia de esos dos perfiles genéticos mezclados, que son plenamente coincidentes con el
del investigado y el de la víctima.
Los resultados derivados, que se suman a otros que obran ya en la causa, suponen un indicio más para reforzar la exhaustiva investigación que llevó a cabo la UDEV. Demuestran que el detenido estuvo la noche del crimen en Loma Colmenar con el menor, algo que ya la Policía había conseguido evidenciar combinando las imágenes aportadas por las cámaras que fueron examinadas hasta lograr dibujar el recorrido que hizo el investigado desde el escenario del crimen hasta su vivienda, en la
barriada de Los Rosales.
Y todo ello a ciegas, manejando identidades de varios sospechosos y sin que el detenido efectuara acción alguna para confesar los hechos o colaborar con la Policía y la Justicia. Las imágenes de las cámaras demostraron sin lugar a dudas que Cristian B.P. estaba allí con Mohamed y ahora este informe de la Policía Científica aporta un dato más que viene a reforzar la investigación.
Se van sumando indicios que refuerzan la investigación de la Policía Nacional
En su propia declaración en sede policial Cristian confesó que estuvo en el escenario del suceso, en la explanada de Loma Colmenar, en donde coincidió con el pequeño. Pero asumió únicamente que esa muerte se había producido de forma accidental: el niño había caído por un terraplén y él, asustado, arrastró su cuerpo.
Esa ‘confesión’ la tuvo que hacer porque se vio acorralado por las pruebas de la UDEV, pero para nada coincide con los datos objetivos que se derivan de las pruebas conseguidas hasta el momento y que verifican la brutalidad y ensañamiento demostrados contra Mohamed. Pruebas constatadas en los informes de los especialistas que se han ido aportando.
Desde su detención, tras una exhaustiva y profesional investigación de la UDEV, Cristian B.P. se encuentra ingresado
en una cárcel de la Península después de que se dictara prisión provisional comunicada y sin fianza.
El Juzgado de Instrucción número 6 está pendiente todavía de que lleguen dos informes más solicitados por las partes: uno sobre la imputabilidad del investigado y otro sobre lo obtenido tras el análisis del teléfono móvil que la Policía intervino cuando lo arrestó en enero de este año.
Quedan por conocer dos informes, uno sobre la imputabilidad del investigado
Hasta el momento la investigación policial no ha dejado escapatoria a lo que no fue una confesión arrepentida de Cristian, sino más bien un intento de reacción defensiva ante un trabajo policial sin fisuras ni quiebras que no aceptaba negativa a lo evidente ni tampoco le permitía escapar ante un hecho irrefutable: él estaba allí.
La muerte del niño fue un suceso violento y no accidental como quiso mantener Cristian B.P., por eso mismo se le investiga por asesinato y
agresión sexual enfrentándose a una más que probable petición de prisión permanente revisable, la pena más elevada y nunca antes planteada siquiera en nuestra ciudad.
De momento se continúa con la instrucción de un caso que será sometido a un
Tribunal de Jurado, es decir, un grueso de personas que ejercerán como un juez no profesional para determinar la culpabilidad o no del único detenido por este crimen.
Las mismas ropas que portaba el día del crimen
Gracias al examen de las cámaras que llevó a cabo la UDEV no solo se pudo dar con la persona que huía del descampado y terminaba llegando a su hogar, sino también describirlo al detalle comprobando las ropas que llevaba. Cuando la Policía arrestó en la calle al que había marcado como sospechoso sabía perfectamente qué llevaba puesto la noche de ese crimen, por eso cuando los agentes acudieron a su vivienda
de Los Rosales no dudaron en saber qué tenían que llevarse.
En cajas precintadas metieron las zapatillas deportivas que usaba aquel día, la sudadera, la camiseta que pudo apreciarse cuando se quitó la primera de las prendas así como el pantalón tipo chándal.
Todo eso fue remitido a Madrid y es ahora cuando se conoce la conclusión del informe elaborado por la Unidad Científica con la ayuda de los recursos de que disponen en los laboratorios especializados de la propia Policía.
Las conclusiones son un dato más de todo el rosario de evidencias que se ha conseguido hasta el momento en torno a uno de los sucesos más crueles ocurridos en nuestra ciudad.