El Tribunal de
Jurado empieza su deliberación este miércoles después de que Fiscalía, Acusación Particular y Defensa hayan expuesto sus informes con las conclusiones. Una relación de hechos en torno a lo que pudo suceder en Ceuta aquel 14 de mayo de 2016,
cuando el ‘Chino’ mató de tres disparos al conocido como ‘Mape’, en un callejón de la
barriada del Príncipe. La Acusación mantiene que esa acción delictiva constituyó un delito de
asesinato, mientras que la Defensa sostiene que se trató de un homicidio, con la única prueba de la confesión del acusado. La representante del Ministerio Fiscal se ha dirigido a los jurados para pedirles que hagan justicia por la muerte de Himad, que solo tenía 27 años. En su valoración, durante el desarrollo del juicio celebrado en la sede de la Audiencia Provincial, ha quedado probado que el ‘Chino’ preparó a conciencia el asesinato de ‘Mape’, quien ni tan siquiera tuvo opción a defenderse. Le disparó hasta en tres ocasiones en la cabeza, presumiblemente dos estando ya en el suelo. Para la Fiscalía no se ha podido probar ni que actuara bajo los efectos del alcohol y las drogas, ni tampoco que sufriera algún trastorno que le impidiera valorar la gravedad de sus hechos. Más bien al contrario, preparó la muerte, consiguió el arma el día anterior y, sin verse movido por un arrebato o impulso, acribilló a ‘Mape’ en un callejón del que tampoco podría escapar. Además para desplazarse a la barriada pidió prestada una moto que luego devolvió a su dueño para evitar, mantiene, posibles identificaciones. A juicio de la representante del Ministerio Fiscal, el ‘Chino’ iba a matar y no ha quedado probado que estuviera afectado psicológicamente o que “viera demonios” como él aseguró. Teoría que, de hecho, considera la Acusación que se la ha inventado. No ha quedado demostrado que el consumo de drogas le hubiera afectado en algún momento, más bien al contrario, ya que la Fiscalía mantiene que el crimen de ‘Mape’ fue una “acción perfectamente planeada”. El hecho de que confesara no es tenido como una acción voluntaria, ya que lo hizo 72 horas después y tras enfrentarse a tiros con la Policía.
El letrado de la Acusación Particular, que defiende los intereses de la familia de ‘Mape’, también ha mantenido que se está ante un asesinato sin que quepa la posibilidad de aplicación de atenuante alguna. El cadáver no presentaba signos de que la víctima hubiera podido defenderse y el lugar en donde se produjo el delito era un callejón del que no se podía salir. Ha insistido en que no se ha dado por probado nada que pueda verificar que el ‘Chino’ actuó bajo circunstancias que alteraran su comportamiento, cuestionando además que, si estaba tan drogado, eso no impidió que escapara del lugar a toda velocidad en la moto. “A Himad lo mataron sin que pudiera defenderse”, ha mantenido ante los miembros del jurado. La Defensa del ‘Chino’ ha presentado una visión bien distinta de lo que pudo acontecer aquel 14 de mayo, dudando de que ese crimen estuviera planeado o preparado ya que, de haberlo hecho, su patrocinado hubiera podido fugarse con tiempo, ocultarse el rostro y evitar la acción policial ya que conocía todos los pasos de quien era su amigo. Para el letrado la única prueba de cargo que ha podido verse en estas sesiones de juicio ha sido la confesión del ‘Chino’. “Ha reconocido lo peor, que lo mató”, ha sentenciado, criticando que la Acusación dé por válido solo esa parte de la confesión y no todo lo demás: que había tomado drogas y alcohol y que llevaba varios días sin dormir o que hubo amenazas previas aunque nunca fueron denunciadas. Mantiene la Defensa que si se ha dado como probado que el día del arresto había consumido, lo lógico es entender que cuando ocurrió el crimen también lo hizo. “Si se toma la confesión como clave, que se tome la prueba en su totalidad”.
La Defensa ha insistido además en la existencia de un móvil, que no es otro que las discrepancias previas entre ambos a raíz de la paliza recibida por un porteador amigo del ‘Chino’. Ha puesto de manifiesto la falta de elementos de prueba que hubieran sido importantes para avalar la teoría de su cliente como la grabación de la cámara de un centro islámico cercano al callejón así como la versión del testigo protegido que no se presentó a declarar y está en paradero desconocido. Ha expuesto a los jurados que, analizando las declaraciones, cabría tener como atenuantes la de drogadicción, consumo de alcohol, trastorno mental y dilaciones indebidas. En su derecho a la última palabra, el ‘Chino’ ha vuelto a pedir perdón a la familia insistiendo en que nadie tiene derecho a quitarle la vida a otro, lamentando el sufrimiento de los padres de ‘Mape’ ya que su familia también sufrió la muerte de un hermano en 2012 en Benalmádena. Ha pedido disculpas ante Dios como “juez de jueces” y ha pedido que le caiga todo el peso de la ley ya que solo “me importa el día de mañana cuando tenga que pedir cuentas ante Dios”.