La playa del Chorrillo ha sido el escenario elegido este viernes por la asociación Digmun para realizar una de las actividades contempladas en su campamento de verano; en este caso, se trataba de una yincana.
Las actividades se desarrollarán durante todo el mes de julio y se cuenta con 18 participantes. El programa se compone de una parte educativa, que sería el refuerzo de las materias, y otra más lúdica deportiva. “La escuela de verano se va a desarrollar durante todo el mes de julio, vamos a trabajar con 18 niños y niñas. La programación consta de una parte más educativa, que sería el refuerzo de las materias y una parte mas lúdica deportiva, que trataría por ejemplo de la yincana que vamos a hacer hoy aquí”, ha comentado, Natalia García, educadora social de la asociación.
Al elenco se incorpora Katarina Bazz, psicóloga clínica y voluntaria europea de origen portugués, que remarca la importancia de este campamento tras el parón ocasionado por coronavirus. “Este campamento es muy importante, este año más que nunca porque los jóvenes vivieron cuatro meses confinados en su casa, cambiando su metodología de enseñanza, de cómo aprender sus materias. Es necesario ese mes para reforzar esas competencias educativas” explica Bazz a El Faro de Ceuta.
Se han adoptado nuevas medidas preventivas por el coronavirus para salvaguardar la salud de los integrantes. “Estamos siguiendo todas las indicaciones, vamos a llevar todas las medidas de seguridad. Para ello hemos dividido a los participantes en dos grupos, los pequeños por un lado y a los más mayores por otro para reducir el número de participantes en cada actividad”, finalizó García.
El desarrollo de estos programas permite a los jóvenes profundizar y avanzar en sus conocimientos y a la vez, entretenerse con actividades que les permiten aprovechar al máximo su verano viviendo experiencias enriquecedoras y saludables.