Con los votos a favor del Gobierno, PSOE y Ciudadanos, el Pleno de la Asamblea sacaba adelante la propuesta del Ejecutivo para renovar la colaboración entre la Consejería de Sanidad y el Imserso relativa a los servicios de ayuda a domicilio básica y teleasistencia domiciliaria. Unos servicios que, a juicio de MDyC y Caballas, no cubren las necesidades de la ciudadanía, que consideran que los 351 usuarios en ayuda a domicilio y los 557 en teleasistencia no reflejan las necesidades de una ciudad que es la “capital de la pobreza”, según el portavoz de Caballas, Mohamed Ali.
La consejera de Sanidad, Adela Nieto, tuvo que aclarar que otros proyectos asistenciales completan estas cifras y se defendió de las acusaciones de la tardanza en la concesión del servicio y de la relativa a la denegación de una ayuda a un solicitante al no hablar castellano, un hecho que señaló que “fue puntual y que ya se ha solventado”.