La Comandancia General de Ceuta se “desvinculó” ayer de la corrida de toros programada para el próximo 18 de septiembre que está previsto presentar públicamente mañana en la ciudad autónoma y la semana que viene en Madrid. La COMGECEU, en nombre propio y expresamente del Tercio Duque de Alba, se separó de una “iniciativa privada” que desde el primer minuto se dio a conocer como un homenaje a La Legión por su centenario, conmemorado en pandemia.
Tardó el estamento militar en apartarse, si realmente no ha tenido nada que ver en la germinación de la idea, algo que otras fuentes desmienten, de una propuesta que ya suma tres días de controversia. Ceuta lleva 27 años sin acoger una corrida de toros y no parece que la demanda de los caballas por ella haya sido muy alta.
El sector taurino alega que su organización es equiparable a la de cualquier otro evento social o cultural, ya que goza de protección constitucional como patrimonio nacional. No es ilegal, ni amparándose en el Acuerdo Plenario de 2014 que declaró a Ceuta ‘Ciudad Libre de Maltrato Animal’, pero tampoco es como un festival, un concierto o una obra de teatro. No es solo cuestión de gustos.
Basta ver la cantidad de reacciones que ha generado contra el mero planteamiento de la iniciativa, que no se sabe si seguirá adelante sin el paraguas legionario. La promotora debería aclarar cómo surgió la idea que tanta polémica y crispación innecesaria ha generado durante los últimos días y la Ciudad, qué margen de maniobra tiene, si es que existe, para negar o no los permisos para la celebración del evento, que los más irresponsables han intentado utilizar para sembrar la discordia entre los caballas.