El experto en Derecho de Extranjería Javier Casas tiene una hipótesis sobre cómo se gestiona la inmigración fronteriza diaria en Ceuta (no solo de porteadores), un fenómeno a su juicio “trascendental para un desarrollo comercial sumergido, pues estamos ante un paso fronterizo y no una aduana comercial; y como mano de obra que diariamente cruza para prestar sus servicios laborales, en su mayoría ilegal”.
En un artículo publicado a finales del año pasado en la Revista de Estudios Fronterizos del Estrecho de Gibraltar, apuntó que “el control es escaso y no se arbitran mecanismos porque es mejor que exista un desorden en cierto modo organizado”.
Sin embargo, desde su punto de vista “la posibilidad de control es bien sencilla: entran por un paso fronterizo y con documentación de viaje, es decir su pasaporte, y lo hacen diariamente y a las mismas horas”.
A modo de propuesta señaló que “con tan solo dar prioridad de paso en las horas laborales a las personas provistas de autorización y retener al resto, teniendo en cuenta que son personas que pasan los puestos a pie, sin duda provocaría una masiva legalización en la medida de lo posible de conformidad con la legislación”.
“Se trata de un serio asunto a estudiar de forma detenida y seria pues cada vez es más importante y numeroso”, reseñó.