“Tenemos en mente volver a tener un cónsul francés en Ceuta”

Los diplomáticos de medio mundo se han enfrentado a una ardua tarea: repatriar en tiempo récord a sus nacionales que se encontraban atrapados por todo el mundo. Para Cédric Prieto, cónsul general de Francia en Madrid, esta ha sido la misión más difícil de sus más de cuatro años como cónsul y 12 como asesor del embajador de Australia, Buenos Aires o Río de Janeiro. Este pasado jueves estuvo de visita en Ceuta, acompañado por la cónsul honoraria de Francia en Málaga, Nathalie Hadj. Además, fueron recibidos por el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, para estrechar lazos entre Ceuta y Francia.

–¿Cuántos consulados tiene Francia en total en todo el territorio español?

–Tenemos tres consulados generales en Madrid, Barcelona y Bilbao y después tenemos diez cónsules honorarios repartidos por Málaga, Sevilla, Alicante, Valencia, Las Palmas, Tenerife... que hacen que tengamos una red de corresponsales por todas las ciudades.

–¿Por qué ya no tiene el que había hasta hace unos años en nuestra ciudad?

–Aquí hubo consulado hasta 2015, que acabó su mandato. Lo tenemos en mente y en proyección volver a tenerlo de cara a los próximos años. El embajador también comparte esta idea y somos conscientes de que hay cierta necesidad de nombrar a alguien como cónsul en Ceuta como tuvimos antes desde los años 30 o 40. No obstante, sí que hay uno en Melilla, pero nos parece más importante tener uno aquí.

–¿Cuántos franceses hay aproximadamente en el resto de España y cuántos podría haber en Ceuta?

–Calculamos que tenemos más o menos 85.000 registrados, pero en la realidad son más de 230.000 residentes reales. El cónsul es como un poco el alcalde de estas personas en España y gestiona todos los problemas que pueda tener esta comunidad, aunque turistas que visitan España puede haber uno 10 o 12 millones por año. Sin embargo, en Ceuta hay muy pocos: unas 40 o 50 personas.

"Ceuta es importante como puerta de Europa para Francia y es necesario tener alguien que nos represente aquí"

–¿Qué importancia tiene Ceuta para Francia como puerta de entrada a Europa?

–Ceuta es importante como puerta de Europa para Francia y para nuestro país es importante también tener alguien que nos represente y nos ayude a entender lo que pasa en esta parte de España fronteriza con Marruecos. Es, además de Melilla, la única frontera terrestre que Europa tiene con África, lo que da una dimensión estratégica fundamental a Ceuta para Francia.

–¿Cómo ha afectado el cierre de la frontera de Ceuta con Marruecos a sus nacionales?

–Hay muchos nacionales francomarroquíes que van y vienen y cruzan por Ceuta. Además, tenemos centenares o millones de turistas que pasan una parte del año en Francia y otra en Marruecos y muchos jubilados que con sus caravanas van al otro lado de la frontera. Esto hizo que en marzo tuviéramos el problema de los caravanistas que estaban atrapados en Marruecos sin poder pasar por el cierre. Fueron como unas 500 o 600 personas. En este sentido, fue fundamental la ayuda de las autoridades ceutíes, de la Delegación del Gobierno, de la Guardia Civil y Policía Nacional para permitirles pasar y subir hasta Algeciras y después para Francia.

–Al igual que España, Francia también ha fletado decenas de barcos de repatriación para los nacionales atrapados en Marruecos. ¿Cómo afrontaron esta situación?

–Sí, los meses que siguieron teníamos muchísimos atrapados ahí que tomaron ferris desde Tánger hasta Málaga (salieron cinco barcos) o Algeciras (que fueron seis), que serían casi 5.000 personas bloqueadas que querían viajar de vuelta y pudieron hacerlo gracias también a la cooperación de España y el Ministerio del Interior. Pero también había muchísimos franceses atrapados en España, por ejemplo en las Islas Canarias a los que les era muy difícil volver o estudiantes, o situaciones de emergencia de personas con familiares enfermos. Eso hizo que también tuviéramos que fletar vuelos. Fue complicado al principio de organizar, pero finalmente lo conseguimos.

–Durante estos meses de pandemia, ¿sería esta problemática en la que más se ha centrado el consulado?

–Sí, tuvimos que trabajar mucho y fue bastante tenso y sí que ha sido más difícil ser cónsul ahora. Además, sin poder trabajar presencial ha sido más complicado porque todo el personal estaba en casa, salvo yo y los ejecutivos del consulado. Pero ha sido fundamental también la colaboración con otros cónsules europeos y con muchos otros países.Tuvimos que para toda la actividad consular normal para poder afrontar estas dificultades que tenían los franceses.

–¿Considera que esta situación ha hecho que ahora los ciudadanos valoren más la importancia de tener representación en el extranjero?

–Sí, por supuesto. Ahí se dio mucha más importancia a la necesidad de tener consulados repartidos por el mundo. Para muchos compañeros que están en países por ejemplo de América Latina, donde la situación con el coronavirus es más complicada, está siendo más difícil esta misión. Pero podemos decir que ya prácticamente la mayoría de los franceses que estaban varados en Marruecos o España han vuelto a Francia y si hay una segunda ola no tendremos este efecto en masa de personas bloqueadas que se produjo. Ahora podemos prever y anticiparnos. Tampoco sabemos cuántos franceses han podido fallecer en España por la Covid. No sabemos bien hacia dónde vamos, pero la actividad consular normal se ha ido recuperando poco a poco presencialmente.

–¿Qué le ha parecido Ceuta durante su visita?

–Si, quién sabe si algún día podría ser cónsul aquí o volver con algún embajador, me gustaría. Ha sido mi primera vez aquí, pero ha sido una sorpresa. Es una ciudad típicamente española, pero con un toque muy diferente. Su dimensión de península y su frontera terrestre con otro continente la hace ser muy peculiar y tiene unas vistas espectaculares.